El gran felino de América cada vez está más cerca del umbral de la extinción; el animal que fue un dios y un símbolo de la mitología guerrera y protectora de mayas, aztecas y otras culturas prehispánicas, hoy se convierte en una especie que prácticamente tiene una sentencia de muerte para que se cumpla dentro de los próximos 10 o 15 años; en México sólo quedan cuatro mil jaguares y esta situación crítica ha impulsado a asociaciones y especialistas a gestionar la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad para conservar el hábitat del espécimen.
El Séptimo Encuentro Regional de la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar Pacífico-Sur comenzó este viernes para consolidar las estrategias y la agenda política para evitar la desaparición del felino más grande en este continente.
El objetivo es reunir a investigadores y especialistas con autoridades gubernamentales para gestionar un plan estratégico, en el cual se realice una política que proteja al jaguar no sólo como una especie en peligro de extinción, sino como un patrimonio cultural que está amenazado y que su muerte significaría un homicidio a la identidad oaxaqueña y del resto del país.
Cifras negras
Los trabajos de investigación de Rodrigo Medellín y Gerardo Ceballos, especialistas pertenecientes al Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), demostraron que la mitad de la población de jaguares en México habita en el estado de Yucatán y que en el norte, la población ya desapareció.
Los estados que participaron en el Séptimo Encuentro fueron Guerrero, Chiapas y Oaxaca, entidades donde habitan aproximadamente 660 especímenes de panthera oca.
El director del Santuario del Jaguar y el centro de conservación Yaguar Xoo, Víctor Rosas Vigil, mencionó que en México no hay ningún espacio dedicado a la recuperación y al bienestar de estos animales; "en el país no hay instalaciones acondicionadas ni programas de rehabilitación para poder devolver a los jaguares a su hábitat natural; en el santuario hay 16 jaguares que fueron rescatados y que están en la etapa para recuperar su instinto".
No todos los felinos vuelven a desarrollar su instinto animal; algunos permanecen domesticados. FOTO: Javier Jarquín Jacinto
"No sólo protegemos jaguares, también hacemos la misma tarea con pumas, linces, ocelotes, tigrillos; las presas que ellos tienen como mapaches, coatis o pecaries, son animales asegurados o decomisados por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) o la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)", dijo.
Vigil concluyó que los animales que hay en el santuario y el centro de conservación son propiedad de la nación.
En las instalaciones de Yaguar Xoo rehabilitan a los jaguares para que sean aptos en su hábitat natural. FOTO: Javier Jarquín Jacinto
Problemas graves
Por su parte, el curador de mamíferos del Zoomat (Chiapas), Epigmenio Cruz Aldán, y el creador del proyecto Guerrero Jaguar de la Universidad Autónoma de Guerrero, Fernando Ruíz Gutiérrez, precisaron que es alarmante la situación de los tres estados que conforman la región Pacífico-Sur.
"Los problemas más graves son la cacería ilegal por las pieles o por represalias de devoración de ganado, la pérdida del hábitat por actividades productivas como la industria o el turismo, y por los incendios forestales que ocurren anualmente", comentó Ruiz Gutiérrez.
Agregó que no hay equipo especializado, recursos económicos, pero aún más importante, la voluntad política para que se aplique un reglamento en pro de la conservación real del jaguar, "de preferencia en vida libre", concluyó.
Guerreras Jaguar
El 27 de octubre arribaron dos hembras huérfanas que fueron encontradas en la reserva de la biósfera de Calakmul (Campeche), donde un ganadero encontró a las hermanas y las alimentó "humildemente" con Leche Nido durante una semana.
"Estaban deshidratadas y casi muertas, pero logramos estabilizarlas y cuando se trasladaron a Oaxaca nos pusimos el reto junto a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la Alianza Nacional para la Conservación del Jaguar, las asociaciones Animal Karma, Jaguares en la Selva y el centro Yaguar Zoo, de liberar estas felinas en su hábitat natural", comentó Víctor Rosas Cosio, integrante de Jaguares en la Selva.
Una de las asociaciones participantes. FOTO: Javier Jarquín Jacinto
Víctor Rosas comentó que entre las actividades fabricaron el vientre de una hembra, el cual tenía mamílas que simularon las tetas de la madre; "no debe haber contacto humano en ninguna actividad, todo se hace con cámaras de vigilancia; en el ejercicio de las mamilas unas tenían leche y otras no, para que también batallaran y desarrollaran ese instinto de buscar el alimento".
Este es un evento histórico para la conservación de los jaguares; las pequeñas felinas con más de tres meses ya comen carne y de continuar así las etapas de su condicionamiento y desarrollo, pronto podrán ser liberadas en su tierra natal: Calakmul.
