La degradación, es decir la pérdida de suelo apto para para sustentar vida, amenaza la seguridad alimentaria de Oaxaca, ya que el 86% del territorio estatal presenta algún grado de afectación que va desde ligera a extrema.
Además otro 27% en la entidad enfrenta desertificación, es decir pérdida de humedad en el suelo; revela un estudio realizado en 2013 por la Universidad Autónoma de Chapingo en coordinación con la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
“La degradación y desertificación están relacionadas con la disminución hídrica, esto provoca que haya desabasto de agua en algunas zonas donde las captaciones vienen de manantiales. En este año se ha escuchado constantemente de presas que están perdiendo su capacidad de almacenamiento histórico. Mucho de esto está relacionado con la degradación y desertificación”, explicó Gerardo Calderón, enlace de suelos de la gerencia estatal de la Conafor.
Indicó que la pérdida de suelo disminuye la capacidad de producir alimentos por lo que esta situación debe ser tomada como una amenaza a la seguridad alimentaria de la entidad, es decir el acceso a alimentos suficientes y nutritivos.
Aunque la problemática es global -precisó- en la entidad se considera un problema muy fuerte porque es en la mixteca en donde se ubica uno de los puntos más degradados del país, incluso es considerado un laboratorio mundial debido a la presencia de suelos endurecidos y cárcavas profundas (barrancas generadas en laderas por efecto del agua en un tiempo relativamente corto).
Los daños
Oaxaca registra 86% de degradación
- 40.4% es ligera
- 11.9% es moderada
- 27.4% es severa
- 6.3% es extrema
- 14% sin daños
Fuente: Conafor
“Si se compara con otros estados, vemos que Oaxaca presenta un problema muy fuerte de degradación”, sostuvo.
El proceso de degradación de tierra en la mixteca ha cobrado cobertura vegetal y en consecuencia al arrastre del suelo por las lluvias. Entre otras causas también está la implementación de producción agrícola no aptas para zonas de mucha pendiente, ganadería, incendios forestales y lluvias torrenciales.
“Si antes la gente tenía 30 centímetros de tierra para producir, quizá ahora tenga 20, 15 o en zonas como Coixtlahuaca, Tepelmeme, en el que se presentan suelos endurecidos como tepetates, es prácticamente imposible tener producción agrícola. Las zonas están abandonadas. La gente ya no produce”, expuso.
Bajo el enfoque de Organización de las Naciones Unidas (ONU) la desertificación es la degradación continua de tierras -clasificadas en áridas, semi áridas, sub húmedas secas- y pérdida de humedad en el suelo. Esta problemática está relacionada directamente con la degradación que es la pérdida de capacidad del suelo para sustentar vida y en consecuencia pérdida económica.
Algunas de las consecuencias que ha traído la desertificación y degradación son el abandono de las tierras y la migración de parte de los pobladores
El suelo -expuso- es un recurso no renovable en escala de tiempo humano pero sí es recuperable en escala de miles de años.
Panorama nacional
El Inventario Nacional Forestal y de Suelos, de la Comisión Nacional Forestal, reporta que 45.2% de la superficie de México presenta degradación inducida por el ser humano.
El sobrepastoreo (23.9%), agricultura (18.8%), deforestación (3.8%), sobreexplotación de la vegetación (0.9%) y urbanización (0.5%).
