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De vergel a yermo… se pierden cultivos en Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Redacción

SAN JOSÉ LAS FLORES, Yautepec, Oaxaca.- El desastre agrícola está a la vista.


Hectáreas enteras con cultivos de papaya y melón lucen devastadas.


Toda la cosecha se perdió.


Los campesinos no lograron salvar la siembra de estos frutos que representaban la esperanza de sobrevivir algunos meses.


Factores como el clima, las plagas, el tipo de fertilizantes, la desatención oficial, el intermediarismo o coyotaje, y los nulos canales de comercialización, son los causantes de que estos cultivos estén desapareciendo.


Los campesinos están desesperados. No hay a quién llamar ni con quién quejarse.


Las autoridades están tan lejos, que estos hombres de yunta mejor se han resignado a ver impotentes cómo se pudren sus frutos.


Cambio drástico


Hace algunas cosechas que los agricultores vieron cómo la tierra empezaba a cambiar de vergel a yermo.


“Es triste ver cómo se está perdiendo nuestro campo”, refiere don Samuel.


Por donde quiera que uno mira, se observan los terrenos de papaya abandonados y otros con los árboles recién cortados de tajo, y a los dueños regalando el fruto, porque ya no lo podrán vender.


A la orilla del camino que conduce hacia esta población, los campesinos ofrecen la fruta que sí pudo rescatarse.


Los hombres del campo tienen que pensar en cambiar de cultivo, porque la papaya, el melón, la sandía y el tomate, u otro tipo de fruto, aquí no tienen futuro.


Desatención oficial


Los campesinos están en problemas. Todo lo que invirtieron se fue a la basura.


Resignados, miran el horizonte y vislumbran nubarrones.


“Esta tierra ya no quiere dar”, lamenta don Efraín León, mientras corta con su machete todos los árboles de papaya.


Lo que pasa, dice, es que el cambio climático, aunado a los vaivenes del mercado, ha provocado que estas tierras se estén quedando infértiles.


Antes, recuerda, la papaya, el melón y la sandía que aquí se cultivaban eran de lo mejor.


En la zona y sus alrededores no había fruta más rica y famosa que la de esta región.


El campesino señala que el mercado para esta fruta era ilimitado.


“Íbamos a Oaxaca a vender la papaya y, por lo menos sacábamos para sobrevivir el resto del año, pero ahora nos quedamos sin nada”.


Hay incertidumbre y tendremos que cambiar de cultivo, mencionan los agricultores Fernando y Patricio, quienes revelan que el kilo de papaya cuesta un peso.


Además de que este producto está devaluado, los hombres del campo tienen que lidiar con los “coyotes” que les pagan precios irrisorios en la Central de Abasto de la ciudad de Oaxaca.


Indiferencia gubernamental


Los campesinos señalan que ante sus quejas, las autoridades gubernamentales encargadas de atender los temas del campo están sordas.


“Nadie viene, nadie nos hace caso. Los funcionarios no quieren salir de sus oficinas para ver cómo estamos”, dice don Luis Velasco.


Refiere que para sacar papaya hay un lapso de 9 meses entre la siembra, la cosecha y la venta en el mercado.


“Tanto tiempo para nada”, lamenta.


En su opinión, el clima ya no es como antes.


Y además de esto, no hay un canal de comercialización seguro que les garantice la venta de los frutos.


“Nos vamos a Oaxaca a vender, pero no hay compradores seguros”, agregan.


Don Luis, como sus demás compañeros, no ven la luz al final del túnel.


Como él, muchos campesinos están esperanzados en vender lo poco que se logre salvar.


Ni melón ni sandía


Los sembradíos de cultivos como el melón y la sandía, otrora los frutos característicos y famosos de la región, vieron en este 2016 su último año de vida útil.


Los campos sembrados con melón lucen tristes y desolados. Los dueños de estos terrenos ya se preparan para cambiar la siembra de este fruto por maíz o miltomate.


“No tenemos más opción que diversificar nuestros cultivos”, añaden los afectados.


Esta zona de Oaxaca se jactaba de producir la mejor fruta, pero ahora lo único que siembran es pobreza.


La sandía es otro cultivo que dejó de sembrarse. “La tierra cambió”, aseguran don Fernando y don Patricio.


En el caso de la papaya, ni siquiera se dieron algunas piezas como para vender algo y sacar el día, dicen.


El melón se echó a perder. Los frutos se están pudriendo en el campo. Este año, señalan los afectados, fue el peor para la siembra en San José Las Flores.


“Ya ni llorar es bueno”, expresan los campesinos, mientras hoz y machete en mano, van dejando a su paso un cementerio de árboles de la papaya que no se logró.


UBICACIÓN


Sobre la carretera 190 Oaxaca-Istmo, hay una desviación a la comunidad de Nejapa de Madero. Entrando a esta población, hay que dirigirse a San José, una agencia municipal que se ubica a unos 15 minutos de Nejapa.

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