Lidia Aguado Ascencio renunció a la comodidad de jalar la palanca del excusado para que la tubería del drenaje conduzca el excremento a un río de 105 kilómetros de aguas negras que se llama Atoyac.
Además, ha hecho lo que pocas personas de entre miles de habitantes en la ciudad de Oaxaca o zona conurbada, al construir dos sanitarios secos desmontables en una antigua construcción del Centro Histórico, Lidia le da un uso público en la Escuela para la Libertad de las Mujeres que dirige.
No producir aguas negras
Además de feminista, la apuesta política de Lidia es implementar el concepto de “ecologización” en el inmueble que rentan para que la escuela funcione.
“Un baño seco es como una pequeña planta de tratamiento residual de manejo doméstico a nivel micro. La mayor parte del agua de un tinaco se va en empujar caca”, analiza.
Las plantas de tratamiento de aguas residuales, instaladas en más de un centenar de municipios de Oaxaca “son una obra pública” de la que se saca mucho dinero, pero luego no funcionan.
Mientras la mayoría de personas tienen una aversión a hacerse responsables de sus heces fecales con un tratamiento autónomo, en junio de 2018 ella logró montar dos baños secos, uno exclusivo para orinar y otro para defecar.
“Si lo único que vas a hacer es pipí, no se levanta la tapa de fibra de vidrio”, dice al presumir un diseño de excusado fabricado por el mexicano César Añorve, quien encontró la forma de separar orina y excremento al momento de sentarse en el excusado.
Toda la humedad, incluida la mezcla de agua y vinagre que evita malos olores, se va por la tubería. La charola con bandeja de fibra de vidrio recoge el excremento en un bidón donde la materia secante, esa mezcla de tierra cribada, aserrín y polvo de carbón, es una forma de comenzar con el proceso de composta.
Baños secos composteros
Es una planta doméstica de tratamiento eco-sanitario de las heces y el orín.
No emplean agua o lo hacen en cantidades mínimas.
Contempla un proceso microbiológico que procura el compostaje o descomposición de la materia orgánica.
En vez de producir residuos, generan un recurso: abono libre de patógenos a utilizar como fertilizante natural.
¿Cómo funcionan?
Se concentran y aíslan los residuos fisiológicos en un recipiente colector del baño para dar pie a su deshidratación.
La excreta se descompone en un tambo cerrado en el que se mezcla con materia secante que se elabora con tierra cernida, aserrín y polvo de carbón.
Se le da un tiempo de reposo al que difícilmente los agentes patógenos permanecen vivos. Concluye cuando la mezcla se convierte en abono.
Cacabono
Si se debe usar el sanitario seco para defecar, tiene lozas de cemento que dan forma a dos cámaras con compuerta con malla de mosquitero, del que se saca con facilidad lo que Lidia llama “el cacabono”.
En un tambo cerrado, con colonias de microorganismos que aceleran el proceso de descomposición, el excremento compostado puede tardar en reposo hasta dos años, pero pasado ese tiempo es tierra que se puede utilizar en la siembra de plantas.
“Es un proceso eficiente y sin olores que convierte el excremento en tierra”, dice sin espacio de duda Lidia, quien lamenta que la mitad de contenido de un tinaco se vaya en mezclar la orina y el excremento para aventarlo al drenaje.
Tania Siglinde, quien egresó de la Escuela para la Libertad de las Mujeres, se convirtió el mes pasado en asistente de Lidia y llegó despojada de la “cacofobia”. Conoce a la perfección el funcionamiento de ambos sanitarios secos, ayuda a su mantenimiento y a enseñar a otras mujeres a usarlos.
En sí, nadie tiene que tocar el excremento ni ensuciarse las manos. Para su manipulación se diseñaron herramientas como un jalador y un recogedor con su cubeta de aislamiento.
Para dar uso eficiente a los baños secos, se emplean cuatro tambos de gran tamaño para compostar la materia que en seis meses se convierte en abono.
Lidia mete con confianza y orgullo una mano en donde se guarda el abono y lo muestra para olerlo, con la seguridad de que está libre de patógenos, listo para utilizar en el jardín o si se requiere para el huerto sugiere realizar un segundo proceso de compostaje con los residuos de verduras y frutas.
La mayor barrera que ve en las personas para implementar baños secos en su casa es la “cacafobia”, bacteriofobia y microbiofobia.
Desmontable
Con madera, tubos, materiales diversos (incluso de reuso), un poco de plomería, electricidad, pintura y albañilería ambos sanitarios secos se montaron en un espacio construido en renta, los cuales se pueden llevar a otro sitio si el contrato de arrendamiento concluye.
Lidia se pregunta: “¿Cuántos baños, sobre todo públicos, son verdaderos lugares con olores desagradables?”. Ellas, en la Escuela para la Libertad de las Mujeres demuestran que “es muy fácil mantener un baño seco limpiecito y agradable, que dé gusto entrar en el”.
