La cuesta de enero establece una serie de desafíos económicos, uno de éstos es el pago de renta.
Este gasto representa para las y los oaxaqueños un dolor de cabeza.
Este servicio creció en promedio un diez por ciento.
“Es uno de los incrementos más importantes del arranque de año. No es como que te suban el pollo, la gasolina o cualquier otro servicio porque quizá en ese momento puedes prescindir de ellos, pero no puedes dejar de pagar la renta porque es el lugar en donde vives, el que te da seguridad y estabilidad familiar”, expuso Alfredo, quien renta una vivienda en la colonia Volcanes.
En México se estima que de las 35.3 millones de viviendas particulares habitadas, 16.4 por ciento son rentadas, es decir, poco más de 5.8 millones de inmuebles y de éstos solo 54% tiene un contrato de renta, según datos de la plataforma Morada Uno, startup enfocada al arrendamiento inmobiliario.
“Yo invertí en remodelación de mi vivienda pensando que las caseras nos permitirán rentarla por varios años, sin embargo, hay arrendatarios que no les importa eso. Cuando se cumple el año, con la mano en la cintura te piden la casa o te suben más como para que deje la casa. Al final es doble inversión porque vuelves a pagar mudanza, carpinteros porque tienes que desarmar muebles, instalaciones de plomería, de gas”.
Señaló que es importante considerar que el cambio de gobierno pega con más fuerza al desempleo.
“Muchas personas se queden sin empleo sobre todo porque los partidos políticos desconfían de los empleados que ya estaban, por otro lado. El salario mínimo en Oaxaca sigue siendo bajo. Es caro el arrendamiento, venta de terrenos, compra de comida. Al final en Oaxaca no hay seguridad económica. Si no eres maestro o empleado sindicalizado de gobierno, te quedas sin nada”.
Por entidad federativas, de acuerdo con datos del Inegi, las viviendas propias que se adquirieron por autoproducción o autoconstrucción tienen una variación importante en su comportamiento (y que se diferencia por regiones).
Los porcentajes oscilan de un 31.6 por ciento hasta un 86.8 por ciento; este último dato corresponde a Oaxaca con lo que se puede señalar que en dicho estado nueve de cada 10 viviendas se adquieren por construcción o producción propia; asimismo en Guerrero, Tlaxcala, Chiapas e Hidalgo ocurre en ocho de cada 10 viviendas.
