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“¿Qué bolá Cuba?”

Foto(s): Cortesía
Redacción

LA HABANA — El presidente Barack Obama llegó el domingo a La Habana, en el mayor gesto diplomático de un líder estadounidense que busca dejar atrás un pasado de enemistad de más de cinco décadas e iniciar una nueva etapa entre Estados Unidos y Cuba.


"¿Que bolá Cuba?" o Qué pasa Cuba, escribió en español en su cuenta de twitter apenas aterrizó en el aeropuerto internacional José Martí, en el último capítulo del deshielo en las relaciones bilaterales que inició hace 15 meses con el anuncio del restablecimiento de relaciones diplomáticas.
Obama se convirtió en el primer presidente en pisar tierra cubana en 88 años, o desde 1928 cuando Calvin Coolidge visitó la isla, algo que ha generado en la gente una mezcla de esperanza y cautela sobre el presente y futuro.
Cuba y Estados Unidos sorprendieron al mundo relanzando sus relaciones diplomáticas en diciembre de 2014 y para julio de 2015 abrieron sus embajadas. Obama reconoció que la política de sanciones aplicada contra Cuba no dio los resultados esperados de un cambio en el modelo político y busca con el deshielo fomentar lo que llamó un empoderamiento del pueblo en la isla.
Pero el presidente cubano Raúl Castro ha advertido que su gobierno no está dispuesto a realizar reformas políticas.
El mandatario llegó acompañado de su familia, funcionarios, legisladores y empresarios para una vista de dos días y medio, en la que se encontrará con el presidente cubano y empresarios, aunque también tiene previsto reunirse con un grupo de disidentes e incluso asistir a un partido de béisbol.
Castro, ausente
El presidente Castro no estuvo presente cuando Obama arribó a la isla.
Tras llegar, el mandatario acudió a un encuentro con personal de la embajada y sus familias, a quienes les dijo que era "maravillo estar aquí" y es una "histórica oportunidad para relacionarse con la gente de Cuba".
Luego, el mandatario y su familia acudieron a La Habana Vieja, el antiguo casco fundado por españoles en 1519, donde se desarrolla uno de los proyectos más exitosos de restauración de la isla con aportes de cooperación internacional y que cuenta con restaurantes, hoteles y comercios.
Obama acudió también a la catedral para encontrarse con el cardenal Jaime Ortega, quien ayudó a facilitar la comunicación entre el Vaticano, las autoridades cubanas y estadounidenses para avanzar hacia el deshielo.
Horas antes de su arribo, disidentes del grupo de las Damas de Blanco realizaron como cada domingo una protesta contra el gobierno, mientras autoridades llamaron a Estados Unidos a ampliar las medidas para relajar el embargo y permitir, por ejemplo, a empresas estatales cubanas entrar al mercado nacional estadounidense.
Roberto Albar, un jubilado de 68 años, ve el deshielo de las relaciones como algo que conviene a ambos pueblos. "Nosotros prácticamente somos vecinos" y el sistema político de Cuba "no quiere decir que seamos enemigos", dijo.
El ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, dijo el domingo en rueda de prensa que las medidas tomadas hasta ahora por el gobierno estadounidense "han mantenido un cerco discriminatorio hacia empresas del sector público", cuando son el corazón de la economía cubana.
Reconoció la importancia de algunos cambios como el levantamiento de la prohibición para el uso de dólares en transacciones, pero dijo que "la efectividad de las medidas debemos comprobarlas en la práctica".
Obama estará en Cuba hasta el martes antes de partir hacia Argentina.


 

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