La aspirante del PAN al Gobierno del Estado de México, Josefina Vázquez Mota, dijo de visita en Ecatepec que en ese Municipio se registra un asalto cada hora, además de concentrar el mayor número de feminicidios.
Ecatepec es tan inseguro, dijo, que se enteró por voz de un estudiante de que horas antes de su mitin se registró una balacera a las afueras de una secundaria. Agregó que el estudiante le dijo que ya no quería vivir con miedo, que quería parques para jugar.
"Quiero contarles qué me pasó antes de llegar a este encuentro, venía ya entrando prácticamente al municipio de Ecatepec y vi cómo asaltaron a un automovilista, le rompieron el cristal, le quitaron lo que llevaba y se echaron a correr", apuntó.
"La impotencia de este automovilista es seguramente la impotencia de muchos de ustedes cuando les quitan lo que han trabajado, lo que han ganado con lucha, con esfuerzo, con amor, con trabajo, con sacrificio".
"Estamos mal en todo"
Felipa Mejía, una comerciante a la que sentaron junto a ella en el templete, le dijo al micrófono: "En estos tiempos estamos muy mal en todo".
"Necesitamos vigilancia, verdaderos policías, nuestra comunidad fue la más afectada por todos los asesinatos a mujeres, muchas murieron y también muchos hombres, porque nos dedicamos al comercio".
Doña Felipa dijo que ya quieren vivir tranquilos, caminar en paz en las calles. Y que les urge tener una vida mejor para sus hijos y sus nietos, pero allí, en Ecatepec, su tierra, sin desplazamientos.
"No tenemos a dónde irnos, porque todo lo que tenemos lo hicimos hace años. Necesitamos alguien que no nos venga a prometer, alguien que venga a trabajar, no que se venga a servir del pueblo", demandó.
Vázquez Mota la miraba y le sonreía. Tomó el micrófono y ofreció depurar los cuerpos policiacos y mejorar los sueldos de los buenos elementos, y darles becas para sus hijos y vivienda digna.
A Felipa, le ofreció incluirla en su campaña. La gente aplaudió y sonó matracas por ese gesto simpático. Luego pasaron 20 minutos y la candidata se marchó en su camioneta. El resto se quedó en su silla, ya habían dicho que no tienen a dónde ir.
La aspirante blanquiazul llegó al mitin en una camioneta Suburban, subió al templete instalado en una calle carcomida de ese Municipio mexiquense, y se marchó tras un discurso de 20 minutos.
Vázquez Mota llegó por atrás del escenario, fuera de la vista de sus simpatizantes, donde ya la esperaba un grupo de militantes que formó una valla para abrirle camino desde la puerta de su camioneta.
De la misma manera se fue, tras bambalinas, a las prisas. La valla blanquiazul impidió a la gente y a los reporteros acercarse a la que aspira a ser Gobernadora.
Un niño con síndrome de Down sí lo logró y le robó una selfie, pero hasta ahí. La candidata avanzó entre el tumulto que se arremolinaba junto a la valla de brazos morenos que le procuraba una distancia, un espacio, un respiro.
Tres guaruras le abrieron la puerta trasera de la Suburban, que arrancó de inmediato y dejó atrás a un montón de gente ondeando sus afiches, que describen: "Josefina. Más que un cambio".
