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Cultura, lo menos importante para gobernador de Oaxaca: Angel Morales

Donde antes estaba Seculta inauguraron el Centro Cultural Álvaro Carillo.
Foto(s): Cortesía
Redacción

Angel Morales

De todas las áreas de gobierno, Cultura suele ser la menos importante para los políticos debido a que el presupuesto es menor que en otras secretarías. En un estado como Oaxaca eso es incomprensible. Durante este sexenio no fue la excepción y hubo varios desatinos del aún gobernador que no debemos pasar por alto.

En 2017 el Museo de los Pintores de Oaxaca (MUPO) canceló a última hora una exposición con obras falsas de Rodolfo Nieto. El catálogo, con logos de gobierno y Seculta, incluía precios en dólares. De no haber sido las pinturas apócrifas habrían sido el primer museo en vender obras. Tal situación no sorprende si consideramos que el director, Efraín Morales Sánchez, al principio de su administración desmontó una exposición y en su lugar puso una expo de sombreros, zapatos y vestidos a la venta. 

Los trabajadores del museo afirmaban que el director sabía que las obras eran falsas. En cualquier parte del mundo eso le habría costado el puesto, tal vez alguien más serio habría renunciado. Pero el director sólo se escondió de la prensa y no aclaró nada. A la fecha no se sabe qué pasó con los cuadros. Y el Gobernador no se atrevió a remover a las personas que se designaron desde la CDMX. Así, el director del MUPO representa a varios funcionarios culturales que sólo se están petrificando en sus puestos.

Por otro lado, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), que en los noventa fue ejemplo para otros estados, se mantuvo cerrado desde abril de 2021. Los trabajadores fueron desconocidos y desalojados injustamente del lugar. El gobierno no ha podido solucionar el problema y su estrategia, hasta ahora, ha sido intentar abrir a la fuerza sin resolver el conflicto.

La Feria del Libro de Oaxaca

La Feria del Libro de Oaxaca (FILO) fue pospuesta una semana para realizar el Pabellón de Cocineras Tradicionales del Tianguis de Pueblos Mágicos. Pero por el dinero que recibe, la FILO no pudo reclamar nada. Incluso si ese dinero se lo regresa al gobierno a través de la renta inflada del Centro de Convenciones. La suma es grande; sin embargo, ningún periodista ha investigado todavía cuánto dinero de nuestros impuestos están manejando. Pero la FILO es otra historia.

Al principio gobernador actual quiso realizar no cuatro, sino ocho guelaguetzas. Afortunadamente no lo logró. Aunque algunos atribuyen a Seculta la realización de la Guelaguetza, en realidad es la Secretaría de Turismo la que se encarga de eso. La misma que lleva a cabo todos los conciertos en el Auditorio con los que buscan compensar la simulación de su gobierno.

Es cierto que el mundo padeció la pandemia y eso debe considerarse a la hora de hacer una crítica. Pero si algo demostró la COVID 19 es que el gobierno puede funcionar perfectamente sin los sindicalizados. Y en Seculta algunos trabajan a distancia porque aún no tienen edificio; desde 2019 los desalojaron y no hay lugar para que regresen todos.

Por acuerdos políticos, en Seculta desfilaron tres secretarias en cuotas de dos años. El sexenio pasó entre improvisaciones y ocurrencias; por ejemplo, a una secretaria se le vio encabezando el desfile de la Guelaguetza como si fuera ella la protagonista.

Centro Cultural Álvaro Carillo

Donde antes estaba Seculta inauguraron el Centro Cultural Álvaro Carillo. Esta obra no pertenece a las inconclusas, como las supercarreteras, sino a las simuladas, como el Citybus, la Ciclovia y las plataformas de Uber y Didi. El gobierno cabildeó el dinero que recibió desde 2019 y comenzó a construirlo hace apenas ocho meses. Lo más grave: el proyecto sufrió modificaciones y está incompleto.
 

La maqueta original se encuentra en el Teatro Alcalá (no se si abierta al público). De todas formas, en internet se puede constatar que del proyecto original no construyeron ni la mitad. Nada más porque barrieron el Monumento a la madre, dicen que recuperaron ese espacio. Al principio habían anunciado que la inversión sería de 480 millones de pesos, pero al final, por razones desconocidas, fue de 360 millones.

Con la certificación de la marca Hecho en Oaxaca, Alejandro Murat buscó promover su imagen fuera del estado. Si sus intenciones son la Presidencia, que no diga que es oaxaqueño, no nos representa. Ni nació ni había vivido aquí; modificaron las leyes para que gobernara. Y si no entendió a Oaxaca precisamente a través de la cultura, de otra manera no lo va a hacer.

El Mercedes Benz Fashion Week

Un ejemplo sería el Mercedes Benz Fashion Week, financiada con recursos públicos para promover la marca de Ivette Morán, Moravy, que existía desde 2008 y sólo se dedicaba a vender ropa de marca hasta que comenzaron los plagios y la apropiación cultural de nuestros pueblos. Para aumentar la publicidad trajeron a Maluma y le otorgaron su registro de la marca de mezcal “Contraluz”. Oaxaca fue la bandera para promover su imagen, pero en sus fotos los oaxaqueños sólo vemos una cosa: whitexicans que nunca entendieron nuestra cultura y sólo la desangraron.

Las políticas de Murat tuvieron graves consecuencias, como el boom del mezcal y la deforestación de áreas naturales, la gentrificación, etc Pero principalmente que los turistas vengan a Oaxaca pensando que pueden hacer lo que quieran. Y lo hacen. Han degenerado a Oaxaca como un lugar para obtener placeres baratos y no como un centro de cultura y arte.

El chovinismo a los oaxaqueños no les permite la autocrítica. Como los cambios y exageraciones no provienen de fuera sino de nosotros mismos, nadie reclama. Las estilizaciones que hemos hecho del folclore se han vuelto un arte extraño para el pueblo y para el arte. El oaxaqueño comienza a creer que es como los otros lo ven desde fuera. El oaxaqueño se disfraza cada vez más para agradar y entretener a los turistas: se está volviendo el payaso de sí mismo.

Es cierto que no se pueden poner cercas alrededor de nuestra cultura y ésta debe sobrevivir aún expuesta a las influencias del exterior. Pero el control cultural ejercido en esta administración ha saqueado a Oaxaca y la ha dejado herida. Si siguen promoviendo políticas culturales para satisfacer al turismo, el primer excluido será el oaxaqueño y terminará siendo sólo un espectador, cuando en realidad debería ser el protagonista.

 

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