Nadia Altamirano Díaz
En Oaxaca se han aplicado 4.6 millones de dosis anticovid, pero únicamente 2.3 millones de personas mayores de 18 años han recibido al menos una, lo que equivale a una cobertura de apenas el 81 por ciento en este grupo poblacional, por debajo de la media nacional que supera el 90 por ciento.
A pesar del pendiente por ampliar la cobertura, la delegación de Programas para el Bienestar en Oaxaca no contempla abrir nuevas sedes de vacunación para personas mayores de 18 años y este viernes se enfoca a aplicar primeras dosis de Pfizer a adolescentes mayores de 12 años en el Hospital Militar de Ixcotel y en la explanada de la agencia de San Francisco Tutla, ambos en la zona conurbada a la ciudad.
Originalmente se contemplaron 8 mil 800 dosis a aplicar entre adolescentes este 4 y 5 de mayo, pero en el primer día se aplicaron 3 mil 390 y se determinó agregar uno más.
Rafael, padre de Manuel que tiene 12 años, no pudo ocultar la emoción que para su familia representa la primera dosis de la farmacéutica Pfizer y tan luego se la aplicaron le hizo saber a su mamá y abuelos.
“Ahora con la vacuna pues es mejor”, dijo con la confianza de que Manuel podrá acudir con más tranquilidad a las clases presenciales en su secundaria que reabrió apenas el mes pasado.
“Siempre la vacuna es recomendable como una protección”, pero todavía falta la vacuna para su otro hijo de siete años, sin que su familia resintiera la ausencia de algún integrante por complicaciones de la COVID-19.
"Piquete de abeja"Esa ausencia de más de un millón de personas en todo el mundo lo tiene claro Manuel a sus 12 años, para quien recibir la vacuna significó como un “piquete de abeja” y un poco de mareo que se fue casi instantáneamente.
La vacuna, consideró, le da más confianza para ir a la escuela, pero también en la calle, porque este par de años aprendió a valorar a su familia y a la gente que le rodea.
Para Xóchitl, madre de Max que también se vacunó ayer, confiarse de más en este momento que han disminuido representaría ponerse en riesgo, por lo que ella espera que su hijo complete el esquema de vacunación para que curse de manera presencial el primer año de secundaria.
“Si, ya es tiempo, porque los niños perdieron mucho tiempo en la escuela, no es lo mismo estar en un aula que por línea entonces si ya es bueno que ya esté la vacuna”, opinó.
Max, quien terminó la primaria a distancia, no pudo volver a convivir con sus compañeros y tiene la ilusión de hacer nuevos amigos en su nueva secundaria, “pero vacunado”.
