Con 156 nuevos casos de cáncer del cuello del útero o cervicouterino, Oaxaca se ubica en la segunda posición nacional de este tipo de tumores malignos que, después del de mama, es el de mayor incidencia en mujeres.
Mientras en este 2023 se han detectado en 65 oaxaqueñas tumores malignos del cuerpo del útero, en otras 108 se diagnósticó cáncer de ovario, pero entre las mujeres sobresale el cáncer de mamá con 535 casos, ya que otros 18 se han presentado en hombres.
A partir de las cifras preliminares de las Estadísticas de defunciones registradas por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística en 2022, entre los principales indicadores sobre la mortalidad en la población mexicana destacan los tumores malignos en tercer lugar, sólo después de las enfermedades del corazón y la diabetes mellitus.
En 2022, por ejemplo, se tienen reportados mil 568 fallecimientos de mujeres en Oaxaca por tumores malignos, por arriba de los mil 288 con el mismo tipo de problema de salud.
El cuello del útero es la porción final del útero o matriz, es de forma estrecha y conecta con la vágina, lo que se conoce también como canal del parto.
Cuando las células crecen de manera descontrolada en esta zona del aparato reproductivo de una mujer, aparecen tumoraciones
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) advierte que este tipo de cáncer se desarrolla cuando una mujer es mayor de 30 años y presenta una infección duradera por ciertos tipos del virus del papiloma humano (VPH) que se transmite durante las relaciones sexuales.
En sí, la mitad de las personas sexualmente activas adquieren este virus en algún momento de su vida, pero pocas mujeres desarrollan el cáncer de cuello uterino, el cual se puede prevenir si se detecta oportunamente la presencia del VPH.
Si el cáncer del cuello uterino se detecta en una etapa temprana, las posibilidades de supervivencia son altas si la mujer inicia con tratamiento.
