“Conecté con Dios, con el universo, me sentía abrazada”, afirmó una joven de 25 años de edad, después de participar en una “Ceremonia de Teonanácatl, Niños Santos”, en los Valles Centrales. El “Teonanácatl” fue el nombre en náhuatl que recibieron los hongos psilocibes; este término se ha traducido como “carne de los dioses”. Tanto los organizadores como los participantes piden respeto para estas “ceremonias de sanación”.
“Pues muchas veces la gente, cuando tratas de contarles de tu viaje, de tu experiencia y les dices: ‘no manches. vi demonios’; la gente dice: ‘este ya está quedando loco’ y hasta se alejan. Entonces muchas veces la gente le tiene miedo, pero es porque no tiene ese valor de enfrentarse a sus demonios o sobre todo, si sabemos que existen los demonios es saber que, pues yo los acepto en mi vida”, aseguró un joven que participó también en el evento.
Daniela Reina Cárdenas se dedica a realizar estas ceremonias de “sanación con plantas de poder”. “Aquí, en nuestras ceremonias, es un espacio seguro en donde las personas vienen con una intención, un propósito de buscar una transformación en sus vidas, un balance desde la espiritualidad, llenándose de herramientas para integrar en sus hábitos, que le ayuden en su día a día”, dijo en entrevista la mañana del día siguiente de haber iniciado con este ritual.
“Aquí, en nuestras ceremonias, las plantas de poder lo que te muestran es cómo Dios habita en tu ser y cómo todo lo que nos rodea se conecta contigo mismo; entonces, pues empiezas a amar tu exterior desde tu interior, así es como empieza a suceder que empiezas a sanar cosas que existían en tu subconsciente porque ahora, durante la ceremonia, se te da visión de lo que existía en tu corazón y haciéndolo consciente lo puedes liberar en estas ceremonias”, destacó.
Se considera plantas maestras a la ayahuasca, peyote, hongos alucinógenos, entre otras y según Michelle Lugo Meléndez, quien organiza también estos eventos, aseguró que “todas y cada una de ellas tienen diferentes objetivos en nuestro ser, nos permiten actuar directamente en el cerebro, en los neurotransmisores y en los neurorreceptores; esto quiere decir que a través de la sustancia activa de cada una de las plantas podemos obtener un buen efecto o reseteo de diferentes dolencias, patologías”.
Aseguró que “el objetivo de este tipo de ceremonia es también poder abrir la conciencia a disminuir un poco el uso de pastillas que provocan una real adicción”. Remarcó que las personas que desean participar en este tipo de ceremonias, deben prepararse con anticipación, con varios días de dieta especial y también de abstinencia, por ejemplo en el caso sexual.
Selma de Arámbula Castillo, quien también participa como guía en la ceremonia, afirmó que un elemento central es el fuego, pues “no se contamina y siempre está transmutando o digiriendo todas nuestras emociones o trabajo que vengamos a hacer en cada ceremonia o nuestra intención que esté puesta”.
Una de las participantes envió este mensaje a la sociedad oaxaqueña sobre las plantas maestras: “que no les tengan miedo, que están para abrazarnos, así como dicen que es tu abuelita, el abuelo, los niños, tu niño interior, el amor propio, las respuestas están ahí, Dios está ahí”.
Sobre su experiencia con los hongos alucinógenos, dijo: “me enseñaron muchísimas caras y todo lo que tengo que trabajar; el cómo trato yo a la gente y cómo espero que me traten y es una dualidad, liberé una carga muy pesada que tenía y me sentí super sanada, lloré mucho, muchísimo, sentía que me juzgaba todo el tiempo”.
Otro de los participantes, aseveró: “el (hongo) me dijo: ‘a ver si quieres ayudar a las demás personas, primero ayúdate tú, si tú quieres hacer feliz a las demás personas, cómo las vas a hacer feliz si tú no sabes qué es la felicidad.
“Muchas veces la gente le tiene miedo, pero es porque no tiene ese valor de enfrentarse a sus demonios o sobre todo, si sabemos que existen los demonios, es saber que pues yo los acepto en mi vida”, finalizó.
Los hongos psilocibios han sido usados por las sociedades humanas durante miles de años, y aparecen en el arte prehistórico de Europa y Mesoamérica. El uso de hongos alucinógenos en Estados Unidos fue parcialmente eliminado por los misioneros católicos durante la conquista española, pero siguieron usándose en ceremonias indígenas en México. En 1957, la revista Life publicó el relato de dos etnomicólogos que participaron en una de esas ceremonias (en 2016 se reveló que su expedición fue financiada por el Proyecto MKUltra de la CIA). Un año después, Albert Hoffman, el químico suizo que sintetizó por primera vez el LSD, aisló el componente psicodélico psilocibina.https://newsweekespanol.com/2019/07/hongos-alucinogenos-efectos-beneficios/
