El decremento en la detección de tumores malignos en el cuello del útero en este 2023 no ha tenido un efecto positivo en la entidad que, al corte de la semana epidemiológica número 16 se mantiene en el lugar número 3 del país con 80 casos.
Este tipo de tumor se origina en las células del cuello del útero, que es la porción final, inferior y estrecha que conecta la matriz con la vagina y se le conoce también como cáncer cervicouterino o de cérvix.
Junto con el cáncer de mama, que en Oaxaca suma 262 nuevos casos diagnosticados en este 2022, el cáncer cervicouterino es de los más frecuentes y mortales para las mujeres, pues suele no presentar síntomas.
Una forma de prevenirlo es la aplicación de la vacuna a partir de los 10 u 11 años, ya que son los tipos 16 y 18 de este virus los que provocan casi 50% de las lesiones precancerosas del cuello uterino.
Los Virus de Papiloma Humano se transmiten principalmente durante las relaciones sexuales y la OMS advierte que la mayoría de contagios ocurren poco después de iniciar la actividad sexual y poco más del 90% de las mujeres consiguen eliminar la infección.
Manchado irregular o leve entre periodos menstruales en mujeres en edad reproductiva, así como sangrado posmenopáusico o después de mantener relaciones sexuales, junto con un aumento del flujo vaginal, en ocasiones con mal olor, son algunos de los síntomas del cáncer de cuello uterino en etapa temprana.
Si el cáncer cervicouterino avanza los síntomas pueden cambiar a dolores de espalda, de piernas o en el área pélvica, así como pérdida de peso y apetito, cansancio, flujo maloliente, molestias vaginales e hinchazón de una o ambas piernas.
En lo que va de 2023 la Secretaría de Salud federal ha detectado mil 127 casos de cáncer cervicouterino que superan los mil 40 reportados en 2022.
El primer lugar de incidencia nacional lo tiene Veracruz con 160 casos en este 2023, seguida de Jalisco con 122.
En contraste, Oaxaca disminuyó en este 2023 su detección de nuevos casos en 21.5%, ubicándose en el lugar 3 del país.
