Los 6 mil 476 nacimientos de niñas y adolescentes menores de 15 años que ocurrieron durante el 2021 en México confirman que el embarazo en edades tempranas está lejos de erradicarse.
A esta cifra Oaxaca contribuyó con 55 nacimientos niñas y adolescentes menores de 15 años, a quienes nadie les impidió ser madres, incluyendo una menor de 12 años y seis de 13 años.
Los datos son parte de los resultados de la Estadística de Nacimientos Registrados que desde este miércoles hizo públicos el Inegi, con información captada por 5 mil 27 oficinas del Registro Civil en todo el país.
Durante 2021 en México se contabilizaron un millón 912 mil 178 nacimientos registrados ante una oficialía del Registro Civil y de estos, 30 mil 426 ocurrieron en Oaxaca.
Además de que los nacimientos en 2021 representan un aumento de 17.4% respecto al millón 629 mil 211 registrados en 2020, todavía están por debajo de los dos millones 92 mil 214 de 2019.
El 61.3% (un millón 171 mil 953) de los nacimientos registrados durante 2021 ocurrió en ese año, ya otro 26.4% (504 mil 677) corresponde a 2020 y el complemento a años anteriores, ya que al momento del registro el 16.8% de las niñas o los niños tenía un año o más.
Sólo después de Ciudad de México, Guerrero, Zacatecas y Tabasco, en 2021 Oaxaca registró la quinta tasa más alta de nacimientos con 65.8 por cada mil mujeres en edad reproductiva, cuando el promedio nacional es de 55.6.
Aunque entre las mujeres de 20 y 29 años se presentó el 51.4% del total de nacimientos registrados, en las menores de 15 años ocurrieron 6 mil 476 que equivalen a 0.34%.
En el caso de Oaxaca, además de una niña de 12 años y 6 adolescentes de 13 años, las oficialías del Registro Civil constataron que 48 adolescentes de 14 años registraron a un hijo o una hija, edad en la que apenas se está por concluir la educación básica, además de que buena parte se asocia a una relación de abuso sexual.
La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, ha enlistado en diferentes ocasiones el impacto de un embarazo temprano que obstaculiza el desarrollo psicosocial de niñas y adolescentes, pero también asocia con resultados deficientes en la salud y con un mayor riesgo de muerte materna.
En el caso de hijas e hijos de madres infantes o adolescentes, enfrentan mayor riesgo de tener una salud más débil y caer en la pobreza.
