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Con problemas de salud mental, 74 % de los estudiantes en Oaxaca

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Foto(s): Cortesía
Redacción

TUXTEPEC, Oax.- En le marco del Día de la Salud Mental, la encargada de la Unidad de Especialidades Médicas en Centros de Atención Primaria en Adicciones (UNEME- CAPA), Erika del Carmen Gómez González, informó que, de acuerdo a la estadística que manejan a partir del trabajo con las escuelas, cerca del  74 por ciento de alumnos presentan problemas de salud mental, como depresión, ansiedad, entre otros.

Señaló que tras la pandemia, la población tuxtepecana se ha visto bastante afectada, no nada más en el ámbito laboral, sino también en el estudiantil. El problema de salud mental es algo que afecta a todas las edades, todas las poblaciones.

Refirió la encargada que está relacionado a un tema generacional y la pandemia, porque son personas con poca tolerancia a la frustración, jóvenes que mandan en casa, lugares donde no hay reglas, que obtienen todo sin que cueste trabajo y cuando no consiguen algo se van al extremo.

Además no dejan de lado que los jóvenes son la población más vulnerable, tienen menos factores de protección que un adulto, que tiene la familia, trabajo, pero los jóvenes no, incluso no son apegados a practicar un deporte, tener un fuente de empleo y las situaciones familiares a veces son difíciles y hacen que se conviertan en una población más accesible para presentar cualquiera de los padecimientos.

En el caso de la familia, puntualizó que es importante generar límites sanos, poner reglas claras, no otorgar las cosas tan fácil y el compromiso con las escuelas y ayuntamiento es brindar  espacios sanos de esparcimiento para que tengan algo a lo que se puedan apegar.

Gómez González dijo que de cada 10 pacientes que reciben,  7 u 8 son por depresión y ansiedad, antes atendían solo adicciones,  ahora llegan  sobre todo estos padecimientos y reciben pacientes del IMSS, Hospital General, de distintos lugares. 

La encargada hizo un llamado a los padres a creer, porque la depresión y ansiedad existen y si no se atienden a tiempo pueden ser fatales, por lo que deben buscar la atención. Aclaró que la depresión y ansiedad es una enfermedad y como tal, que debe atenderse como las otras enfermedades que  vienen acompañadas de síntomas diferentes.

A veces la persona deja de sentir esa motivación para realizar las cosas, pérdida del apetito, sueño, no tiene ganas de  trabajar, sentimiento de angustia que siempre está presente y si por lo menos tienen estos tres síntomas de forma constante es importante detenerse y pedir apoyo.

Así impacta la crisis ambiental a la salud mental 

Una preocupación creciente para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es el impacto de la triple crisis planetaria en la salud mental de las personas, es decir, cómo repercute el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación en el bienestar humano.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) resalta que los cambios en el clima, el ruido, el aire contaminado y los químicos afectan a la mente.

Cambio climático

 Ansiedad y estrés asociado a preocupaciones sobre la crisis climática son impactos que crecerán debido a la exposición a altas temperaturas, eventos climáticos extremos y pérdidas económicas y sociales vinculadas al clima, señala el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

Cada vez son más fuertes y duraderos los impactos del cambio climático en el bienestar mental de las personas, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Uno de sus informes recientes muestra que se reportan ansiedad, depresión y estrés después de eventos climáticos extremos.

Contaminación acústica

 A medida que las ciudades crecen, la exposición prolongada a niveles de ruido deteriora la salud mental de las personas al interrumpir su sueño, apunta un reporte del PNUMA. Aeropuertos, autopistas, instalaciones industriales y vías férreas son algunas fuentes del ruido.

 En Europa, por ejemplo, 22 millones de personas reportan tener molestia crónica al ruido y 6.5 millones de personas experimentan perturbaciones de sueño. Los adultos mayores, las mujeres embarazadas y los trabajadores que rotan turnos están en mayor riesgo.

Contaminación del aire

 La OMS indica que la calidad del aire es uno de los factores que determinan la salud mental.

 De acuerdo con la organización, altos niveles de partículas suspendidas PM2.5 impiden el desarrollo cognitivo de las niñas y los niños, mientras que niveles elevados de contaminación del aire pueden resultar en problemas psicológicos y conductuales en etapas tardías de la niñez. Por ejemplo: ansiedad, depresión y trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), según un reporte de la Unicef.

Contaminación química

 La presencia de químicos en el medio ambiente es un problema mundial de salud. Su manejo adecuado es esencial para evitar riesgos tanto para la salud humana como para la de los ecosistemas.

 Una investigación de la Unicef dio a conocer que casi uno de cada tres niños posee un nivel de plomo en su sangre asociado a una caída en la inteligencia, problemas de comportamiento y dificultades para aprender.

Ansiedad

Síntomas

  • Sensación de nerviosismo, agitación o tensión.
  • Sensación de peligro inminente, pánico o catástrofe.
  • Aumento del ritmo cardíaco.
  • Respiración acelerada (hiperventilación)
  • Sudoración.
  • Temblores.
  • Sensación de debilidad o cansancio.
  • Problemas para concentrarse o para pensar en otra cosa que no sea la preocupación actual.

 

Depresión

Síntomas

  • Sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o “vacío”.
  • Sentimientos de desesperanza o pesimismo.
  • Sentimientos de irritabilidad, frustración o intranquilidad.
  • Sentimientos de culpabilidad, inutilidad o impotencia.
  • Pérdida de interés o placer en las actividades y los pasatiempos.
  • Fatiga, disminución de energía o sensación de que está más lento.
  • Dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones.
  • Dificultad para dormir, despertarse temprano en la mañana o dormir demasiado.
  • Cambios en el apetito o en el peso sin haberlos planificado.
  • Dolores y molestias, dolor de cabeza, calambres o problemas digestivos sin una causa física aparente, o que no se alivian ni con tratamiento.
  • Intentos de suicidio o pensamientos sobre la muerte o el suicidio.

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