Además de que en este 2022 Oaxaca ha experimentado un aumento del 80 por ciento de sus casos de hepatitis vírica A, en comparación con los reportados en 2021, es la entidad número 12 por su cifra acumulada.
Aunque en comparación con otros tipos de hepatitis la A es más contagiosa, pero también es la menos grave, y como la mayoría se caracteriza por malestar general, cansancio, náuseas y pigmentación amarilla de piel y mucosas ante la inflamación que experimenta el hígado.
Para evitar este tipo de hepatitis existe una vacuna, pero se previene sobre todo clorando el agua y cuidando la higiene durante la preparación de los alimentos.
Al igual que la hepatitis E que se produce por el consumo del agua o alimentos contaminados, la hepatitis A no llega a ser crónica, suele superarse de manera espontánea y apenas uno de cada cien casos puede complicarse hasta requerir tratamiento o un trasplante de hígado por el daño hepático.
De hepatitis A Oaxaca ha notificado 92 casos, 47 en hombres y 45 en mujeres. En los hepatitis B que se contagia por vía sexual o sanguínea, se ha experimentado también un incremento, pero del 100 por ciento, al pasar de once casos en 2021 a 22 en este 2021.
En cambio, la detección de casos de hepatitis C -que se transmite por contacto sexual o transfusión de sangre- ha disminuido a 43 en este 2022, cuando en 2021 sumaban 62. La detección de otras hepatitis víricas ha disminuido también, al pasar de 38 en 2021 a 27 en este año.
Independientemente del tipo de virus que la ocasione (A, B, C, D o E), la hepatitis inflama el hígado y si causa otros problemas de salud puede ser mortal. La de tipo B y C son las que provocan cuadros crónicas y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud es la causa más común de defunciones relacionadas con cirrosis hepática, cáncer y hepatitis viral.
