En este 2022 las problemáticas asociadas a la salud mental se han incrementado y las instituciones de salud en Oaxaca han detectado 88 por ciento más de casos que los documentados en 2021.
“Las afectaciones a la salud mental son considerablemente frecuentes, principalmente padecimientos depresivos y trastornos de ansiedad que pueden acompañar a la tercera parte de la población a lo largo de su vida”, expresó ayer el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del Gobierno Federal, Hugo López Gatell.
Talante abatido, aislamiento y las señales de desinterés hacia su propia vida son comportamientos de riesgo de un suicidio, por lo que en todo el país se ha capacitado a 41 mil profesionales de la salud de centros de salud para que puedan detectar los trastornos de ansiedad o padecimientos depresivos y canalizarlos a un segundo o tercer nivel.
El propósito, expuso López Gatell en la conferencia matutina de prensa de ayer en Palacio Nacional es que “la prevención actúe tempranamente”.
En lo que va de este 2022, de acuerdo con el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud Federal, al corte de la semana 35, México ha reportado 87 mil 346 casos de depresión que representan un aumento del 31 por ciento en la detección que se hizo en 2021.
En Oaxaca el incremento está por arriba del promedio nacional al pasar de 723 a mil 364, 336 en hombres y mil 28 en mujeres.
La Organización Mundial de la Salud considera a la depresión como un trastorno emocional común. En un informe científico publicado en marzo pasado se determinó que la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó un 25 por ciento.
La tristeza persistente y una falta de interés o placer en actividades que previamente eran gratificantes y placenteras son las principales manifestaciones en una persona deprimida, quien además puede enfrentar alteraciones del sueño, cansancio y falta de concentración.
Para hacer frente a la depresión una persona puede recibir acompañamiento psicológico y es el especialisa quien determina si se requiere suministrar psicofármacos que ayudan a regular los sistemas de neurotransmisión, ya que este padecimiento involucra factores genéticos, moleculares, neurofisiológicos y psicosociales.
