“Para ver el arcoíris tienes que soportar la lluvia”, expresó Zelcius, un chico de Oaxaca dedicado a ser músico, rapero, productor y viajero ligero, quien recorre largos trayectos solo con su guitarra y unos cuantos pesos.
En algún momento de la vida se nos ha pasado por la mente el sueño al que le denominamos guajiro de dejarlo todo e irnos a viajar por el mundo, dejar las comodidades, el trabajo que odiamos y adentrarnos a recorrer otros horizontes.
Eduardo Zelcius es un ejemplo de carne y hueso que demostró que dicho cambio es posible y que es cosa de cambiar la forma de ver la vida y cuestionarse el cómo estamos en estos momentos.
Este chico se encontraba sentado frente a la iglesia de Jalatlaco con guitarra en mano, vestía de jeans, una playera, huaraches y un gorro; su rostro no era difícil de olvidar, pues tiene un bigote peculiar, de esos que forman dos curvas hacia arriba, además de tener varias perforaciones.
De la depresión a la superficie
Aunque emanaba sencillez, platicó que su vida era muy diferente pues se dedicaba a dar clases de inglés y no le iba mal económicamente; incluso podía costearse la renta de una bonita casa en el cerro del Fortín.
“Según yo creía en mí pero en realidad no, y creo que eso me llevó a una depresión muy fuerte, que ni siquiera me di cuenta que tenía. Me fui muy abajo, hasta al fondo, yo creo que por casi un año a pesar de estar haciendo música, pero la verdad no me llenaba”, contó.
Zelcius cuenta que estaba en un etapa de su vida en la que a pesar de tenerlo todo, sentía que no tenía nada; no tenía ánimos para seguir. No fue hasta que una chispa en él llegó a su interior que lo llevó a un viaje de introspección y que terminó siendo una catarsis.
“Me hizo cuestionarme ¿De verdad esto es todo? ¿Esto es lo que quieres de tu vida? fue muy fuerte, pasaron muchas cosas, lloré, grité, estaba confundido, entonces lo dejé todo, vendí todo lo que pude y me fui”, dijo.
Este chico comenzó a viajar a distintas partes de Oaxaca, México y otros países con equipaje ligero pero eso sí, sin olvidar su guitarra, haciéndole como podía para ganarse unos cuantos pesos, pues contó que hasta tocaba en la calle para pagar los cuartos donde se hospedaba y comida.
“El empezar a viajar me ayudó a conocer a mucha gente y a entender más quién quería ser y lo que quería hacer. Al final me di cuenta que esto es lo que me hace feliz, es algo que quiero para el resto de mi vida y es lo que busco transmitir con mis canciones”, dice
El arte de Zelcius
Teniendo amor por la música desde que tiene uso de razón, Zelcius cuenta que toca la guitarra desde los seis años y que esa pasión nunca ha desaparecido; ahora más que nunca lo ayuda a compartir felicidad con sus letras.
“Pues la guitarra fue mi acercamiento a la música, estuve en rondallas, en tríos musicales, dando serenatas, pero luego llegó mi interés por el rap, se volvió para mi una disciplina y luego de tener este cambio de vida, trabajo más en mis letras”
Explica que para él, el rap es un género muy interesante pues se puede “rapear” sobre cualquier ritmo, incluso con cualquier sonido natural, además del impacto que generan los mensajes y es por ello que hoy trata de enfocarse en transmitir lo que ha aprendido.
“En el rap todo el tiempo estás hablando, explicas cosas y la palabra es un don poderoso, con mucha energía, así que sé que si mi rap llega a tener impacto en alguna persona o en algunas personas, yo lo que quiero es que entiendan lo que traigo dentro y que se identifiquen con eso”.
Su estilo de vida, el rap y el canto son lo que Zelcius utiliza como recursos en su camino por la vida, compartiendo sus conocimientos musicales y espirituales en cada persona con quien conecta en sus viajes.
“La felicidad consiste en el conocimiento y experiencias que vas acumulando. Entre menos te preocupes por lo material, vas a vivir más fácil, lo material llegará automáticamente”, compartió.
Los aprendizajes después de la tormenta
La naturalidad de este chico con la música se puede notar a los pocos minutos de conocerlo, de tal manera en que al pedirle que tocara algunas canciones para conocer sus letras, no lo dudó.
“Wey, ¿para qué va a ser esto?” preguntó con una risa contagiosa, llevando más de una hora de plática y antes de ponerse a tocar su guitarra en el parque Antonia Labastida.
Mientras tocaba era inevitable que la gente que pasaba volteara a ver. Como estaba frente al Bachillerato de Contaduría y Administración, se podían ver varias cabecitas asomándose por las ventanas.
Zelcius comenzó a tocar una canción de su autoría; hablaba de lo mucho que se quejaba antes de su vida y cómo piensa ahora, de que la sencillez con la que vive cada día lo hace más feliz.
“Para mí no existe un éxito máximo, para mí un éxito fue el desprenderme de mi vieja vida. Solo lo soñaba con hacerlo, pero ahora lo hago”, dijo.
Bien dicen por ahí que muchas veces tocar el fondo es bueno, pues de ahí solo se puede salir. Pero para ello hay que querer hacerlo y así de alguna manera llega esa chispa de la que Zelcius habla, esa luz que ilumina, quizás desde lejos, el camino que te guiará a lo que deseas.
“Pues la guitarra fue mi acercamiento a la música, estuve en rondallas, en tríos musicales, dando serenatas, pero luego llegó mi interés por el rap, se volvió para mi una disciplina y luego de tener este cambio de vida, trabajo más en mis letras” Eduardo Zelcius, Rapero
“La felicidad consiste en el conocimiento y experiencias que vas acumulando. Entre menos te preocupes por lo material, vas a vivir más fácil, lo material llegará automáticamente”. Eduardo Zelcius, Rapero
