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Vivero comunal El Abeto, en Oaxaca, en crisis económica por pandemia

Foto(s): Cortesía
Luis Ángel Márquez

Texto y fotos: Alexei García 

 

“Esa canción es mía. Yo soy esa canción”, afirmó la actriz Elsa Aguirre a un reportero cuando fue cuestionada sobre el tema “Flor de Azalea”, escrita por Manuel Esperón y Zacarias Gómez Urquiza. Las flores, sus características, sus colores, su proceso y demás, han servido de inspiración a grandes artistas, pero también forman parte de la vida de las familias mexicanas.

Rocío Bautista, encargada del Vivero Comunal “El Abeto”, que pertenece al pueblo de Santa Catarina Ixtepeji, conoce a detalle el cuidado de las diversas plantas y flores que se encuentran ahí reunidas. Los años que ha trabajado en este punto de la Sierra Norte de Oaxaca le han traído esos conocimientos, además de las capacitaciones de la colaboradora que tiene más tiempo.

Ella tiene un método para hacerlas florecer, para que sigan radiantes. “Pues les digo que se pongan bonitas, que son para que se salgan, para que se vendan”, expresó. Rocío Bautista sabe que las flores y plantas que se encuentran en este vivero comunal, necesitan atención especializada y sabe animarlas al son de sus palabras.

“Sí, pues ese es mi trabajo, platicar con ellas, removerles el abono, limpiarles la hierba que les sale, para que no las ahogue”, confiesa seria, comprometida, segura de sí misma. Además, como lo han visto sus ojos y según su experiencia, las plantas y flores viven un proceso.

“Las plantas sí son de mucho cuidado porque se tienen que regar, se tienen que podar, se tienen que, pues más que nada, atención de todos los días para ellas”, expresó.

Rocío reconoce que las plantas son las estrellas de este espectáculo, las protagonistas, pero requieren ayudar para conquistar a las personas que acuden en su búsqueda en el vivero que se encuentra entre El Punto y el paraje Las Ánimas.

Un vivero en crisis

El Vivero Comunal de Santa Catarina Ixtepeji nació tras la organización de las y los pobladores de este municipio, hace 35 años, no obstante, se encuentra en franca crisis. La entrada de recursos se redujo en un 80% debido a la pandemia de COVID-19 que azota nuestro país y el mundo.

Cuatro meses estuvo cerrado, de abril a septiembre de 2020. Durante este periodo este espacio se cerró, por lo que ni siquiera los trabajadores acudieron a ayudar a las flores y plantas a continuar con su proceso.

“Se secaron bastantes plantas”, confirmó Rocío Bautista. “Por la autoridad, ella es la que nos resguardó todo”, dijo. Plantas y flores que no recibieron sus palabras, palabras de aliento y murieron en su transformación.

Aseguró que las ventas se compusieron durante una temporada, pero fue a partir de octubre de 2021 que nuevamente se registró un descenso en las ventas.

“Esperamos que se mejore porque pues con esto no sale ni para nuestro pago”, reconoció.

Diferentes plantas, diferentes cuidados

Rocío Bautista sabe que hay flores que gustan del calor, pero también otras que se adaptan bien al frío. Ella les llama “agradecidas” a aquellas plantas que rinden frutos con el cuidado. Reconoce que el tempo que ha pasado cuidado a estos seres vivos le ha permitido conocer sus debilidades.

“Por ejemplo, los geranios, a esos no les gusta el agua, les gusta más el sol, igual a las gardenias y hay unas plantas que les gusta mucho el agua, el alcatraz, los colios, las hojas de sombra”, explicó.

Puntualizó que no utilizan químicos, siguen el proceso natural de cada una de ellas.

“Nuestras plantas no tienen químicos, las plantas florean en la temporada que tienen que florear, es todo natural”, comentó.

 

A detalle

  • 80% bajaron las ventas
  • 4 meses estuvo cerrado el vivero
  • 2020-2021 los dos años en crisis

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