El paso de migrantes a territorio istmeño representa un foco rojo de enfermedades para los ciudadanos. Los espacios públicos se han convertido en asentamientos de miles de migrantes que buscan alcanzar el sueño americano.
Los parques y jardines son para los migrantes lugares para acampar; en muchos de estos espacios, el agua no es suficiente para cubrir una de las necesidades básicas de aseo personal. A diario se observan familias saliendo y entrando a la ciudad en condiciones no favorables de higiene.
"El tema de los migrantes es ya de preocupación; vemos con cierta tristeza cómo cada día ocupan las carreteras de la región del Istmo a la hora en que uno transita, y esto representa un peligro para todos los ciudadanos", asegura el dirigente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Abimael Olivera Pérez.
Señaló que también representa un foco rojo de infección debido a la falta de higiene, ya que en su transitar diario difícilmente podrán asearse, lo que trae como consecuencia algunas enfermedades.
Cuando los migrantes llegan al centro de cualquier ciudad, buscan un lugar para descansar, improvisan con retazos de cartón y tela, y esto dificulta la circulación de las personas y entorpece el paso de los vehículos, dijo.
Agregó que los migrantes dejan un basurero cada vez que llega una caravana o un grupo de migrantes. El tema de por sí es complicado, y nadie hace nada por encontrar una solución a este problema, por el contrario, las autoridades se avientan la “bolita” buscando responsables.
El empresario comentó que no hay un control de los migrantes; en los municipios donde llegan, no hay un lugar que reúna las condiciones de higiene para acampar, para un mejor control de estas personas para evitar la propagación de alguna enfermedad.
Precisó que el fenómeno migratorio está teniendo repercusiones al comercio de la ciudad, por lo que requiere la intervención de las autoridades y que cada uno asuma su responsabilidad.
"El tema de los migrantes es ya de preocupación; vemos con cierta tristeza cómo cada día ocupan las carreteras de la región del Istmo a la hora en que uno transita, y esto representa un peligro para todos los ciudadanos".
Abimael Olivera Pérez
Canacintra Istmo
