HEROICA CIUDAD DE TLAXIACO, Oaxaca.- A 93 años del inicio del carnaval, Tlaxiaco se reencuentra con una identidad que la estaba perdiendo al unirse los siete barrios y el centro de la ciudad; todo inició en el año 1930, cuando el párroco de la ciudad, Gerónimo De Altamirano, convocó a la feligresía a celebrar esta fiesta y mandó confeccionar una muceta, que en lugar de caucha utilizó un cono de colores brillantes y disfraz o máscara, que de acuerdo con los colores de la misma, se confeccionaban los colores en la muceta a la que posteriormente se le conoció como dominó.
Luego, en el año de 1930, para que esta actividad carnavalesca no solo fuera iniciativa del párroco, este convocó a las autoridades municipales de ese tiempo a integrarse a esta celebración; fue así como las autoridades convocaron a los barrios y que estos participaran con disfraces correspondientes a sus motes; por ejemplo, el barrio de San Pedro con los Brujos; San Sebastián, los flecheros; San Miguel, las flores; y así, había quienes se disfrazaban de manera libre; sin embargo, esta tradición se perdió en los años 80.
Este año, las autoridades municipales quisieron recuperar la identidad perdida y luego de una serie de pláticas con las autoridades de los barrios, la población en general y en base a una serie de investigaciones con personas adultas mayores de la población y quienes en alguna ocasión tomaron parte en los disfraces, lograron conjuntar una serie de elementos que dieron el primer paso para que este volviera o pretendiera volver a su origen.
La Escuela Secundaria General Siglo XXI logró hacer la investigación del origen del carnaval tlaxiaqueño; luego confeccionaron los tradicionales trajes de carnaval conocidos como dominó (traje carnavalesco de Tlaxiaco); a esta investigación se le unió la regiduría de Educación, Cultura y Deportes de Tlaxiaco; y por indicaciones del munícipe Miguel Pérez Vásquez, se convocó a la población a participar en el denominado también “Carnaval de la Unidad”.
El pasado 21 de febrero de 2023, los disfrazados, procedentes de los distintos barrios, se fueron concentrando en cada uno de los atrios de los templos o explanadas de sus agencias municipales, para luego realizar un recorrido por las principales calles de la ciudad y reencontrarse en la Plaza de la Constitución donde se encuentra el galán de la Mixteca (reloj municipal de Tlaxiaco), donde cientos de disfrazados se concentraron para el baile de Carnaval y cerrar con esta actividad las fiestas de la carne en Tlaxiaco; la población quedó satisfecha por la gran respuesta de los barrios y centro de la ciudad, celebración emotiva que es nuevamente el principio de algo que se veía morir y que vuelve más fuerte que nunca: el Carnaval de Tlaxiaco.
