Citlalli López Velázquez
El arranque de año no ha sido nada fácil para las familias oaxaqueñas. Además del incremento al precio del limón y otras verduras, el precio del pollo asentó un golpe más a los bolsillos de las familias. Un sondeo realizado en tres mercados de las colonias de la capital del estado, arrojó que el costo va de los 100 pesos y alcanza hasta los 130 el kilogramo.
Los incrementos se han dado de manera continua entre uno y dos pesos el kilogramo en canal. Don Rumualdo Matías Andrés, expendedor de pollo en el mercado zonal de La Cascada, afirmó que esta es la primera vez en que el producto alcanza ese costo.
“No es un precio fijo y estable por un determinado tiempo, es de acuerdo a como la empresa avícula lo manda a los intermediarios. Ese es el precio que le ponen”, señaló.
Ante el alzan generalizada en la canasta básica, las familias se han visto orilladas a cambiar su consumo de alimentos. Si antes preparaban un caldo de pollo con pierna, muslo y su pedazo de pechuga, ahora se preparan mejor una sopa con menudencias, afirmó.
Después de haber subido en muertos hasta en 85 pesos el kilogramo, el pollo tuvo una ligera disminución, una estabilización y a inicio del 2022 un alza constante.
“Le empezaron a subir que 50 centavos, un peso, para no hacérsela cansada, le comento que estaba a 47 el kilo en canal con todo y menudencia, de ahí le han subido poco a poco está en 53 el kilo en canal con menudencia. A eso se le agrega el 25 o 30 por ciento. No todos los expendedores tienen el mismo precio”, explicó.
En su caso don Rumualdo tiene el kilo en 100 pesos la pierna y muslo, en el caso de la pechuga a 110. A inicio del mes estaba en 88 y 96 pesos el kilogramo respectivamente.
“Me preguntan, ¿por qué está subiendo mucho? La única respuesta que tengo es que así me llega el pollo. Este año ha sido el más caro, el año pasado lo más caro que subió fue hasta 85 pesos el kilo de pechuga”, explicó.
Otros puntos visitados, como en el caso del mercado de La Reforma, el precio del producto alcanza hasta los 130 pesos el kilo, mientras que en el Sánchez Pascua es de hasta 120 pesos.
En todos los casos refirieron que este ha sido el alza más significativa y ello ha ocasionado que la población disminuya el consumo del producto.
“Cada vez es más complicado poder alimentarnos, pero tenemos que buscarle, jalarle por aquí y por allá. Bien dicen que a todo se acostumbra uno, menos a no comer”, manifestó el señor Rodrigo, cliente en el mercado Sánchez Pascuas.
Explicó que la familia ha tenido que ir variando y siendo más creativos al momento de cocinar, por ejemplo -expuso- ahora en lugar de comer pechugas empanizadas preparan fajitas de pollo para “engañar a la tripa”.
Para este 2022 la Comisión Nacional de Salario Mínimos (Conasami), elevó el salario mínimo en casi todo el territorio nacional de 141.70 a 172.87 pesos, sin embargo, ese monto quedó pulverizado con las distintas alzas de precios en productos básicos.
“Me preguntan, ¿por qué está subiendo mucho? La única respuesta que tengo es que así me llega el pollo. Este año ha sido el más caro, el año pasado lo más caro que subió fue hasta 85 pesos el kilo de pechuga”. Don Romualdo, Comerciante
