Carolina recuerda que su mamá y abuelos vendían cientos de vestidos de Niños Dios en los días previos a la Candelaria; no obstante, para ella cada vez es más difícil, pues asegura que se está perdiendo la tradición.
El hacer los vestidos y vestir imágenes de Niños Dios como parte de la tradición del Día de la Candelaria, próximo a celebrarse, es un trabajo que Carolina Jiménez ha visto desde que nació, pues ella es la tercera generación en este oficio.
Relata que desde que tiene recuerdos, estos han sido de sus abuelos y mamá creando vestidos del Sagrado Corazón de Jesús, San Judas Tadeo, de Bautizo, entre otros, los cuales iban a vender al Mercado de Abasto u otros puntos.
Actualmente, ella llega a crear alrededor de 200 vestidos, los cuales le llevan una semana en terminarlos, ya que debe coserlos y aparte pegar cada detalle que llevan, siendo el de bautizo, uno de los más complicados de realizar.
Menciona que ella sólo hace vestidos para ella, pero tiene una tía que sí vende por mayoreo para otras tiendas de la capital, así como para las localidades del estado.
Reportan bajas ventas
La comerciante comparte que en un día, su mamá llegaba a vender 300 vestidos, los cuales también se los colocaba a las imágenes, pero actualmente ella, en un buen día, vende 30 vestidos y eso, los días 1 y 2 de febrero.
Menciona que las personas que siempre se acercan a su puesto, en el Mercado de Abasto, son personas mayores que aún continúan con esta tradición y quienes cada año no faltan para vestir a sus niños.
Agrega que sus mismos clientes le relatan que a los niños no les gustan que se les coloque sombreros o huaraches, pues se les cae constantemente, pero a ella casi no le ocurren estas situaciones.
Carolina abunda que el tamaño de imagen que más traen sus clientes a vestir son de 20 y 25 centímetros; no obstante, ella tiene vestidos para Niños Dios de 5 hasta 60 centímetros.
Expone que aunque hace años era común vestir a las imágenes con ropa de diferentes santos, ahora le piden de otros personajes o personas, como el Niño Migrante; no obstante, ella no los ha podido hacer.
“No sabría cómo hacerlos porque no hay como tal una vestimenta, a diferencia del Sagrado Corazón de Jesús o San Judas Tadeo. Además, no podría hacer sólo uno, deben ser varias piezas”, explica.
Uno de los vestidos más solicitados es ropa blanca porque los clientes comentan que a veces ocurre que los sacerdotes cuestionan por qué los llevan vestidos como algunos santos.
“Yo digo que hay personas que le tienen fe a ese santo por eso lo traen a vestir así; nosotros respetamos si quieren de blanco, pues blanco”.
Tradición que se mantiene
Aunque la venta no es como en los tiempos de sus abuelos o madre, Carolina continúa con este trabajo y tradición que sigue vigente en algunos oaxaqueños, por lo que invita a que no se pierda este tipo de costumbres, ya que beneficia a muchas personas.
“Yo invito a las personas que no pierdan esta tradición porque es muy bonita y que debe mantenerse por más tiempo en las familias oaxaqueñas”, asegura.
Recuerda que esta tradición se hace en honor a la presentación de Jesús, relatada en diferentes pasajes de la Biblia y es una tradición católica que se mantiene en Oaxaca.
LAS CIFRAS
300
Niños Dios vestía su mamá en un día
30
vende Carolina en un “buen día”.
200
vestidos crea para estas fechas
Algunos vestidos más solicitados:
- Sagrado Corazón de Jesús
- San Judas Tadeo
- Bautizo
- Juan Diego
“Yo invito a las personas que no pierdan esta tradición porque es muy bonita y que debe mantenerse por más tiempo en las familias oaxaqueñas”.
Carolina Jiménez
