Texto y fotos: Alexei Garcia
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en nuestro país existen más de ocho millones 669 mil casas deshabitadas, lo que representa el 19 % del total en el país. Un claro ejemplo de esta situación es el Centro Histórico de la capital oaxaqueña.
Habitantes de los Valles Centrales expresaron en entrevista su rechazo a esta situación, al considerar que estas casas abandonadas representan un peligro para la población, debido a las condiciones en que se encuentran, pues podrían venirse abajo en cualquier momento.
De acuerdo con la Oficina para América Latina de la Coalición Internacional para el Hábitat, en nuestro país, el 76.2 % de la población no podrá comprar una vivienda propia, lo que va en contra de su derecho a la salud durante esta pandemia que azota al mundo.
Derecho humano
También indicó que contar con una vivienda adecuada es un derecho humano y un factor relevante en el tema de la calidad de vida de las personas. Destacó que este problema fue más visible durante la pandemia de COVID-19.
Destacó el papel fundamental de la vivienda durante la pandemia de SARS-CoV-2, pues en la etapa de confinamiento es la herramienta principal; no obstante, en nuestro país no todas las personas tienen un hogar.
También la crisis económica provocada por los contagios de COVID-19 provocaron que un sector de la población perdiera su empleo y al no contar con salario, tuvieron que ser desalojados.
Un riesgo para la población, las casas abandonadas
Para doña Eugenia, las casas abandonadas en el Centro Histórico de la capital oaxaqueña representan un riesgo para las personas que transitan como peatones, pues en cualquier momento podrían venirse abajo.
“Pueden caer encima de una persona (una pared o un balcón) y lesionar a los ciudadanos que caminan en las banquetas”, expresó.
“Los dueños de esta casas, pues si no las van a ocupar, deben darle por lo menos el mantenimiento correspondiente, para que no representen un riesgo para la población. Ahora ya no puede caminar uno tranquilo en las calles”, dijo.
Remedios, joven oaxaqueña, afirmó en entrevista para NOTICIAS Voz e Imagen de Oaxaca, que estos espacios deben ser atendidos por los dueños, para que no existan problemas “tanto para ellos, como para nosotros”.
“Estas casas abandonadas pueden convertirse en un lugar en donde los maleantes hacen su guarida, o bien las personas que tienen problemas de adicciones también se hacen poseedores de ellas y eso no es bueno para la sociedad”, afirmó.
Problemas legales
“Los problemas legales, pues también forman parte al heredarse estas casas, pero es necesario que sean atendidas por los propietarios, porque pues como dice el refrán: el que tenga tienda que la atienda, y si no, pues que la venda”, destacó.
“Sinceramente son casas que con una buena atención darían mucho bienestar a quienes vivan en ella, pero las dejan, las olvidan, entonces, pues me parece que ni las autoridades pueden intervenir; no son de su propiedad estos cascarones”, dijo.
Don Luis, adulto mayor, afirmó que si los dueños no dan mantenimiento a estas viviendas, deberían pasar a la beneficencia pública, a fin de que puedan ser espacios disponibles para beneficio de la sociedad.
“No creo que legalmente sea posible, pero es necesario que estos espacios, si no tienen un dueño legal, estén disponibles para que la sociedad pueda, por ejemplo, acceder a divertirse en un parque”, finalizó.
- 8,669,000 casas deshabitadas existen en México
- 19 % del total de viviendas en el país
- 76.2 % de personas no tienen acceso a vivienda
