Nadia Altamirano Díaz
Ayer que Miriam acompañó a su hijo de 16 años de edad a recibir su tercera dosis o refuerzo de Pfizer, se enteró que ella también podía vacunarse, a pesar de que su primera dosis fue de Sinovac en julio de 2021.
“Me dijeron que ya todas son compatibles, que de cualquiera es lo mismo, porque nadie quiere la AstraZeneca”, explicó Miram al mostrar sus dos comprobantes de vacunación donde se asienta que recibió dosis distintas.
Ayer se habilitaron nueve puntos de vacunación anti COVID, seis en Valles Centrales y tres en la Mixteca, donde, de manera global, se ofrecieron 22 mil dosis de Pfizer para primera o segunda aplicación o como refuerzo a partir de los 15 años.
Teresa no sabía que ayer le podían aplicar una segunda dosis de Pfizer como refuerzo, ya que hace cinco meses recibió la unidosis de CanSino. Acudió al punto de vacunación en San Felipe Tejalápam para acompañar a su hija Amalia y cuando el personal de la Brigada Correcaminos le dijo que también había vacuna para ella, fue con prisa a su casa a traer su comprobante de vacunación y a imprimir su solicitud de refuerzo.
Hubo quienes como Ernesto presentaron el formato de su expediente de vacunación para solicitar una segunda dosis de CanSino, cuando ésta sólo se aplica una vez, por lo que debieron conseguir el formato de solicitud de refuerzo.
Fernanda se enteró por mensajes de WhatsApp que la vacunación se realizaría en San Jacinto Amilpas y antes de ir consultó con su médico si era tiempo de aplicarse el refuerzo porque hace casi dos meses enfermó de COVID.
“Yo soy maestra de preescolar y dos días antes de que nos aplicarán el refuerzo de Moderna a los docentes, empecé con síntomas. Fui al médico creyendo que la espalda me dolía por un problema en los riñones, pero en los exámenes que me hicieron no salió nada”, recuerda Fernanda.
Al siguiente día que Fernanda perdió el sentido del olfato acudió a hacerse una prueba rápida que le permitió confirmar que era positiva a COVID 19, y a los tres días su esposo comenzó con gripa y una tos que le duró una semana.
“Si no hubiera tenido la vacuna, no sé cómo me hubiera ido”, admite una mujer que cree que se contagió el 4 de enero que acudió a donar sangre y sus defensas quedaron muy bajas, “pasé las pruebas, estaba limpia, pero después de donar me pude infectar en cualquier lado”, finalizó.
