El emblemático laurel del Zócalo de la capital oaxaqueña sucumbió ante las lluvias y el fuerte viento el pasado 7 de junio, lo que provocó nostalgia en cierto sector de la población y autoridades. Este 29 de julio, en el lugar donde se encontraba este ejemplar fue sembrado un guamúchil, que ahora será una prioridad para el gobierno municipal.
Recuerdos permanecen
“Bajo el Laurel” era el nombre de los eventos que se llevaban a cabo en el primero cuadro del Centro Histórico, en específico debajo de las ramas y hojas de este gigante de madera que cedió ante la fuerza de la naturaleza.
Oaxaqueñas y oaxaqueños aun tienen fresca en su memoria los distintos conciertos que se llevaron a cabo y también los variados eventos que tuvieron como espectador a este enorme compañero de batalla, cuya historia terminó de forma abrupta.
La edad del laurel oscila entre los 80 a 150 años de edad. Como producto de su caída no hubo personas lesionadas, ni pérdidas humanas.
Expertos han indicado que los laureles de la India en el Zócalo de la capital oaxaqueña se sembraron durante los años 1870 a 1900.
Población define al sucesor
Ante la caída del ejemplar, el municipio de Oaxaca de Juárez decidió llevar a cabo una consulta ciudadana en donde dio a la población tres opciones para sembrar.
El guamúchil logró obtener 1,319 sufragios, lo que representó la mayoría de los 2 mil 200 votos que se emitieron por parte de las y los ciudadanos.
Ahora el corazón de la Verde Antequera tiene un nuevo inquilino, que depende del cuidado de todas y todos, principalmente de las autoridades. En tanto, en los ojos de la sociedad oaxaqueña quedaron grabadas las escenas en donde este ejemplar daba cobijo a quienes se acercaban a él, como si fuera un guardián que ha trascendido, pero que permanece intacto en el corazón de muchos.
