HEROICA CIUDAD DE TLAXIACO, Oaxaca.- "Los pueblos originarios no podrían existir, si no es por la transmisión de los conocimientos heredados de los antepasados, transmitidos de generación en generación y, es que para que un pueblo subsista a través de su historia, es necesario escuchar, aprender y trasmitir las enseñanzas de los Tatas (abuelos en mixteco); son ellos quienes nos enseñan a valorar lo que realmente somos, tenemos y no debemos perder", dice don Efrén Torres Ramírez, quien por años lleva narrando la historia de su natal San Pedro Molinos.
Agrega que "en los pueblos indígenas de la Mixteca, los Tatas son indispensables en la conducta y desarrollo de los pueblos y que las generaciones actuales no deben perder, pues son quienes transmiten las lenguas originarias en la comunidad; en cada población originaria, existen de dos a tres personas que definitivamente no hablan el castellano o castilla, como dicen en las comunidades de la Mixteca; solo se comunican por su lengua materna y la mayoría de los pobladores lo hacen en español y su lengua materna de la comunidad, sea mixteco, triqui o chocholteco".
Señala que los abuelos transmiten la importancia que tiene el tequio en nuestros pueblos; son ellos quienes nos enseñan el trabajo en equipo, las tareas del desarrollo en comunidad, desde ayudarnos en un compromiso familiar, hasta la fiesta del pueblo, la construcción del camino, de la obra comunitaria, ayuda a propios y visitantes.
Menciona que los Tatas "nos han enseñado por años a trabajar el campo, las artesanías a través de la palma, el barro, el gusano de seda, la lana, la grana cochinilla e hilados para los textiles que se hacen en la comunidad desde la siembra, cuidado y producción hasta convertir el trabajo en arte, saber que lo grandioso que estamos haciendo, es aplicar los conocimientos de nuestros viejos".
Torres Ramírez dice que " no podría contar la historia de mi pueblo, si mi abuelo no me hubiera contado gran parte de ella; no sabría ni transmitir la grandeza que guardan celosamente los lugares que abrazan mi pueblo con su historia, si mi tata no me hubiera contado las historias y leyendas que hoy se transmiten a las nuevas generaciones; tendríamos un pueblo mudo, muerto y sin historias ni leyendas que contar a las nuevas generaciones".
Asegura que "en el mundo 'moderno' se han estado olvidando de los Tatas; es cierto que sin ellos, los pueblos originarios seríamos nada; sin embargo, son las abuelitas y los abuelitos quienes nos enseñaron valores, el respeto, la convivencia, el saludo que se da al llegar a la casa del vecino con los buenos días, tardes o noches, respetando a los tíos, padrinos, hermanos y al visitante, valores que en todo pueblo mixteco están presentes gracias a los Tatas (abuelos).
