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Provocan muerte de abejas en Tlacochahuaya; contaminan apiarios

Foto(s): Cortesía
Aleyda Ríos

Texto: Alexei García    Fotos: Emilio Morales 

Sin abejas no habría alimentos, pues son las encargadas de polinizar vegetales en parcelas cercanas a sus colmenas, lo que contribuye a mejorar la biodiversidad, para que después, los polinizadores como pájaros, mariposas y murciélagos transporten el polen de flor en flor para fertilizar a las plantas. Este proceso permite la germinación de semillas y el crecimiento de frutos. Es decir, sin abejas no habría vida.

Sin embargo, debido al desconocimiento de esta función primordial para el ser humano, algunas personas atacan a las abejas, provocándoles la muerte y con ello, dañando el ciclo natural de la vida.

Eduardo Hernández Morales es originario de San Jerónimo Tlacochahuaya y es médico veterinario zootecnista; mediante un video en redes sociales denunció que una persona o un grupo de personas contaminaron apiarios, lo que provocó la muerte de abejas y la pérdida total de la miel.

“Hoy es un día muy triste para nosotros y dos apicultoras tan nobles que aman la naturaleza. Hoy amanecieron tristes porque no pueden creer lo que puede hacer la gente, lo que puede hacer la humanidad”, expresa, para luego enfocar con su celular los apiarios, que fueron manchados con Folidol, una sustancia mortal para las abejas.

“Te hubieras llevado la miel, me hubieras dicho, te la hubiera dado, pero cuál es el afán de matar a las abejas”, pregunta Eduardo a través del video, con la cara enojada por el daño que han causado los responsables del incidente, no a su economía, sino al medio ambiente.

Reclamo por ecocidio

Reclama de forma contundente a las personas responsables de haber contaminado con Folidol el hogar de estas abejas, pues considera que esta situación no es justa para sus hijas, en quienes trata de inculcar el amor a la naturaleza y la protección de los seres vivos.

“Vamos a seguir adelante, vamos a sacar esto” afirma, mientras a través de su cámara muestra unas manchas negras en el suelo, que no es más que un cúmulo de abejas que ya han perdido su color y se han transformado en un resto negro en medio de la tierra.

Eduardo Hernández también se cuestiona si la persona responsable de haber asesinado a las abejas conoce el impacto que ha llevado a cabo en contra del medio ambiente. Además, hizo un llamado a las autoridades, al síndico municipal de San Jerónimo Tlacochahuaya y al Comisariado de Bienes Comunales para que se castigue al o los responsables.

Considera que este acto se trata de un ecocidio y descalifica la mentalidad de la población, que en vez de contribuir en la preservación del medio ambiente, mediante sus actos abona en la destrucción y el desequilibro de nuestro ecosistema.

Segunda batalla perdida

Este crecimiento artificial de abejas se realiza en la zona de Bienes Comunales de Tlacochahuaya; no obstante, esta es la segunda vez que se pierde el trabajo realizado por el médico veterinario zootecnista.

La presencia de las lluvias y la acumulación de agua que provocó, durante el año 2020, también terminó con la vida de las abejas, seres fundamentales en la preservación del ecosistema. El año pasado, la zona donde se encontraban las casas artificiales de estos animales, fue arrastrada por el agua.

Nuevamente hasta la zona llegó Eduardo Hernández, quien tuvo que caminar con sus hijas en medio del agua para lograr rescatar lo que fue posible, pues ni siquiera los automóviles podían entrar al lugar.

Con orgullo, pero también con un sinsabor en la boca, recuerda que él y sus hijas tuvieron que cargar las cajas de madera que sirven para dar vida a una colmena artificial, en donde un grupo de abejas aumentaba la cantidad de miel.

A partir de ahí, volvieron a comenzar con su trabajo, pues el río Salado inundó varias zonas de Tlacochahuaya; para él no fue fácil asimilar el trabajo que había sido dejado atrás, pero su compromiso por crear un mundo mejor, lo ayudó a continuar con su labor.

Espera ganar la guerra

Eduardo Hernández Morales, médico veterinario zootecnista, sabe que ha perdido dos duelos, uno por causa de la naturaleza misma y otra por una persona, que sin conciencia, decidió echar a perder un año de trabajo.

No obstante, sabe que esta es una guerra que apenas comienza, una guerra en contra de las personas que consideran que el medio ambiente solo es un espectador, pero que en su afán de comodidad no se dan cuenta que el riesgo de no respetar el equilibrio natural, provoca una afectación severa a todos los que habitamos en el planeta Tierra.

Eduardo Hernández ha creado dos pequeñas defensoras del medio ambiente; son sus hijas, a quienes ha inculcado el amor por la flora y la fauna, por la lluvia, por el cielo, por la tierra, porque les ha dicho que todo viene de ella. Sabe que los tiempos próximos son difíciles, pero confían en que aporta un granito de arena en el bienestar colectivo.

2020

año en que las lluvias e inundaciones terminaron con las abejas

2021

año en que una persona mató con Folidol a las abejas

 

“Hoy es un día muy triste para nosotros y dos apicultoras tan nobles que aman la naturaleza. Hoy amanecieron tristes porque no pueden creer lo que puede hacer la gente, lo que puede hacer la humanidad”. Eduardo Hernández Morales, Médico veterinario zootecnista
“Te hubieras llevado la miel, me hubieras dicho, te la hubiera dado, pero cuál es el afán de matar a las abejas”. Eduardo Hernández Morales, Médico veterinario zootecnista

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