PINOTEPA NACIONAL, Oaxaca.- Abel Baños era repartidor de una empresa de galletas. Tenía 32 años de edad, una esposa y su hija de 5 años, por lo que todos los días salía a trabajar para tener un sustento para su familia.
Sin embargo, el pasado 8 de noviembre de 2022, mientras dejaba un pedido en una tienda en la agencia de El Ciruelo, él y su compañero fueron secuestrados por un grupo armado y se perdió rastro de ellos y de la camioneta en la que hacían las entregas.
Su padre, Fernando Baños, relata que en el momento en que supieron de su secuestro, levantaron la denuncia para que pudiera buscarlos, por lo que el 9 de noviembre encontraron la camioneta, pero ellos no estaban.
Fue hasta 10 días después cuando las autoridades informaron a ambas familias que habían encontrado dos cuerpos que podían ser de Abel y su compañero, lo cual se confirmó al llegar al lugar.
El padre relata que ambas familias llegaron a la Fiscalía del municipio de Pinotepa Nacional, pero en el caso del compañero de su hijo, el cuerpo estaba completo, con algunas prendas y pertenencias que confirmaban que era él.
Sin embargo, en el caso de su hijo, sólo había un pedazo de fémur y otra parte de su cuerpo, por lo que a la madre de éste y a su hermana les hicieron pruebas para comprobar si era Abel.
Cuando los resultados llegaron, las autoridades le confirmaron que ese pedazo de hueso era de su hijo; no obstante, desde ese día la familia comenzó a solicitar la aparición de todo el cuerpo de su hijo y la detención de los responsables.
Órdenes sin ejecutar
Don Fernando explica que la zona de Pinotepa Nacional se ha vuelto un lugar en el que hay muchos grupos delincuenciales que se rumora son solapados por las autoridades de la región, lo cual ha ido confirmando con el tiempo.
Relata que existen cuatro órdenes de aprehensión en las que se detallan nombres, domicilios y demás datos de los posibles responsables de la desaparición de su hijo; no obstante, no han sido detenidos.
Afirma que él ha acudido a las oficinas de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca ubicadas en el municipio de Reyes Mantecón para recordarles a las autoridades que no olviden el caso de su hijo.
“Tardo más en trasladarme hasta las oficinas, que el tiempo que duran las reuniones con el vicefiscal y encargados del área de Desapariciones”, expone.
El padre lamenta que después de ocho meses no haya respuestas favorables y ni siquiera haya voluntad de las autoridades por buscar el cuerpo de su hijo ni ejecutar las órdenes de aprehensión.
“Quiero que las órdenes se ejecuten para así saber dónde están los restos de mi hijo y no sólo el pedazo que nos dieron. Siento impotencia de que la Fiscalía sólo está cruzada de brazos”, declara.
Incluso, menciona que la familia de su hijo que vive en la Costa ha recibido amenazas, lo cual le da aún más impotencia de que las autoridades no puedan protegerlos.
Le piden mentir
El padre de familia recuerda que en 2022, el entonces vicefiscal de esa región, Osvaldo Martínez, le propuso redactar una declaración como si don Fernando la hubiera hecho; no obstante, menciona que en ella hay muchas inconsistencias.
“Yo acepté que hiciera la declaración porque dijo que iba a facilitar la captura de los responsables de la desaparición de mi hijo, pero fue hasta después de cinco meses cuando supe qué decía la declaración y no tenía nada que ver conmigo”, señala.
Expone que en ésta lo describen como un agricultor de papayas que había en la región y que se encontraba en sus terrenos trabajando, entre otras acciones que podrían crear prejuicios de él y su familia.
“Las autoridades han dicho que fue un asalto o un robo o que quizá a mi hijo lo confundieron con alguna otra persona, pero no hay un resultado certero a pesar de los meses. Queremos que se resuelva este caso, que no se queden con los brazos cruzados”, concluye.
8
de noviembre de 2022, fecha en la que desapareció Abel Baños
4
órdenes de aprehensión hay sin ejecutar
8
meses llevan sin saber dónde está el cuerpo de su hijo
32
años tenía Abel Baños cuando desapareció
“Quiero que las órdenes se ejecuten para así saber dónde están los restos de mi hijo y no sólo el pedazo que nos dieron. Siento impotencia de que la Fiscalía sólo está cruzada de brazos”.
Fernando Baños
Padre de Abel
