En el cuarto domingo de la Cuaresma, el arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos pidió ayer perdón al pueblo católico por los errores cometidos por los sacerdotes durante su ejercicio ministerial.
“Tal vez, no hemos sido unos buenos sacerdotes, porque hemos herido el corazón de hijos de Dios y como miembros de la Iglesia”, asentó.
En la homilía de la misa dominical, oficiada en la Catedral de Nuestra Señora de La Asunción, el pastor religioso solicitó el perdón porque no han tenido un buen comportamiento, por dar un mal ejemplo, por dar un mal trato y por no ofrecer la atención merecida y necesaria.
“Si merecemos un perdón, yo se los pido, se los pido a nombre personal y a nombre de sacerdotes, perdónenos”, anotó.
Expuso que algunos sacerdotes no han atendido a los católicos cuando los católicos tienen la necesidad de su servicio, porque para ellos no existe horario de oficina.
“Perdónenos porque no los hemos atendido cuando ustedes sienten necesidad de un sacerdote en diferentes horas del día y de la noche, No hemos vivido tal vez sacerdotalmente, tenga misericordia y sigan orando, pidiendo por nuestra santificación”, agregó.
Pero, también en la conmemoración del Día del Seminario Diocesano, llamó al pueblo católico a promover la vocación al sacerdocio en sus familias y en sus comunidades, por ser una bendición inmerecida.
“Papá, mamá, sean los primeros promotores de la vocación sacerdotal, no piensen que tener un hijo sacerdote es una vergüenza, sino todo lo contrario, una bendición inmerecida”, remarcó.
Además, convocó a los creyentes a apoyar, colaborar y ayudar al Seminario Pontificio de la Cruz, porque la mayoría de los aspirantes al sacerdocio provienen de familias pobres.
“Para poder ser sacerdote, una mujer de la tercera edad pagaba mi colegiatura cada mes, porque mis padres no tenían para eso. Hoy, los seminaristas necesitan que los ayuden, los sostengan y los alimenten”, señaló.
Vázquez Villalobos dijo que en sus visitas a las diferentes comunidades, los católicos solicitan la presencia de un sacerdote entre ellos, pero desafortunadamente no tiene alguna posibilidad.
“Me dicen ‘señor arzobispo, mándenos un sacerdote y respondo, no tengo’. Como me duele eso. Entonces, ayúdeme para que pueda decir, ‘pronto voy a mandar un sacerdote’”, finalizó.
