Octavio Vélez Ascencio
El arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos llamó ayer a los católicos, especialmente a quienes ofrecen un servicio a la comunidad, a no esperar nada a cambio, ni ambicionar el poder.
“¿Con qué actitud nos presentamos?, ¿esperamos recibir un agradecimiento?, ¿hacemos las cosas para quedar bien con ellos?, ¿queremos que nos alaben?”, cuestionó.
En la homilía de la misa dominical, oficiada en la Catedral de Nuestra Señora de La Asunción, el prelado afirmó que quienes tienen un servicio se deben hacer presentes y pasar por desapercibidos, para no sobresalir por encima de nadie.
“Si nadie se fija en uno, no importa. No están ahí para que se fijen en uno, ni para que los alaben, ni para ocupar un lugar muy especial”, asentó.
Expuso que en sus visitas a varias comunidades, para administrar el Sacramento de la Confirmación a niños y jóvenes, los pobladores se desviven por atenderlo, pero eso no lo hace superior o más grandes.
“No tiene que llevar a sentirme superiores, a sentirme más grande que sus habitantes, porque se desviven para atendernos con lo mejor de lo que tienen. No lo hacen porque me llamo fulano de tal, lo que los mueve es una grande fe y con ellos, tengo que vivir esa fe, tal y como dice el Señor, en la humildad y en la sencillez de corazón”, anotó.
Por eso, subrayó que en presencia de un pueblo humilde y sencillo, pero grande en sus expresiones de amor, necesita aprender también a ser humilde y sencillo para ser como los habitantes de esas comunidades.
“Soy tan pequeño, soy tan miserable, soy tan débil y tan frágil como lo es mi gente. Dios me cuestiona a mí, porque yo recibo muchos aplausos todos los días y me dice que no me ande creyendo que soy grandísimo, que soy grande”, añadió.
Además, destacó que en sus visitas a las comunidades se encuentra con católicos pobres y necesitados, pero a pesar de eso son muy desprendidos.
“Diariamente regresamos con muchas ofrendas, con frijol, con arroz, con gallinitas, con panela, con esto o con aquello. La gente nos lo da generosamente, porque mis hermanos soy muy desprendidos y generosos”, recalcó.
De esta manera, pidió a los creyentes a pedir a Dios por su persona, para que no se sienta grande, importante y no se llene de orgullo y vanidad.
“Pida mucho por mí, para que el Señor no permita que me endiose”, recalcó.
Vázquez Villalobos también rogó a los católicos para que Dios lo ayude a administrar lo recibido de los católicos y no lo tiente el deseo de atesorar cosas, dinero y poder.
“Que así, como me llega a mí, sea capaz de entregarlo a mis sacerdotes, a mis fieles, al Seminario, a las personas que sé que necesitan. Que yo nada más sea un medio para compartir. Pida por mí para que sea servidor, como lo dice Dios, un servidor de los demás”, terminó.
