El arzobispo de Oaxaca, Pedro Vázquez llamó ayer al pueblo católico a ser humilde en este mes de mucha alegría y sobre todo, dar gracias a Dios porque la Guelaguetza contribuye a la economía de las familias.
“No dejen de ser sencillos, porque Dios quiere hacer obras grandes y maravillosas en su persona”, asentó.
Durante la misa dominical, celebrada en la Catedral de Nuestra Señora de La Asunción, el pastor religioso sostuvo que:
“Dejen a Dios que haga maravillas en su ser, déjenlo, no le impidan, no pierdan la sencillez y la humildad de corazón, porque necesitaremos siempre de Dios para salir adelante en la vida”, asentó.
Sostuvo que los católicos necesitan darle gracias a Dios, especialmente durante este mes:
"Así es el mes de julio en Oaxaca, lleno de fiesta, porque en este tiempo, recibimos a muchos hermanos nuestros que vienen a vivir la alegría de los oaxaqueños”, añadió.
Convocó a los creyentes a dar Gracias a Dios porque la presencia de todos los visitantes nacionales y extranjeros da de comer a miles y miles de hermanos y a cientos o miles de familias.
Vázquez Villalobos deseó a los católicos una feliz semana en la víspera del Primer Lunes del Cerro de la Guelaguetza y a vivir con humildad y sencillez de corazón esta festividad.
“Disfrútenla y sigan siendo grandes ante los ojos de Dios. No sé si ya tengan boleto para ir a la Guelaguetza, pero no se les olvide que el sábado, quienes van a bailar el lunes, van a bailar las calles. Agarren un buen lugar y véalos pasar a todos los que bailarán el lunes y ya tuvo su Guelaguetza”, afirmó.
No enriquecerse de dinero mal habido
El Arzobispo pidió a los creyentes no dejarse comer por el pensamiento del mundo para evitar enriquecerse de dinero mal habido:
“Para el mundo sólo valen los que son ricos, los que tienen en abundancia. Por eso, este mundo nos invita a enriquecernos, venga de donde venga”, aseveró.
Sostuvo que a muchos no les importa robar o defraudar con el fin de enriquecerse, a pesar de ser dinero mal habido, porque así pretenden hacerse valer en el mundo.
“Felices los pobres de espíritu y los que son pobres de espíritu no caminan ambicionando, le dan gracias a Dios por lo que tienen”, asentó.
Subrayó que los católicos necesitan mejorar económicamente con un dinero bien habido, a partir del fruto del sudor en su frente de un trabajo y honrado.
“Ese es el dinero que vale ante los ojos de Dios, el que usted va ganando como fruto de su trabajo, no dinero mal habido”, refirió.
El mitrado dijo que el mundo dispone tener poder a través de un cargo para sentirse grande y así humillar a los demás.
“Dios nos dice que debemos de ser servidores. El que sea el último y el servidor de todos, ese es más grande ante mis ojos. No se deje comer por el pensamiento del mundo, siga siendo ese hombre y mujer humildes y sencillos de corazón, para que Dios haga obras grandes en su persona”, añadió.
