TEHUANTEPEC, Oaxaca.- El patrimonio histórico de Tehuantepec podría estar en riesgo ante la continua sustracción de piezas prehispánicas en zonas arqueológicas y la escasa vigilancia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Cada vez hay menos vestigios prehispánicos de la cultura zapoteca. El poco interés de los gobiernos para recuperar su rescate de manos de saqueadores y el deterioro de sus construcciones, ponen en riesgo estos espacios.
Gran parte de la destrucción a las zonas arqueológicas empezó con la conquista y perdura hasta nuestros días. Uno de estos espacios se encuentra en el cerro de Guiengola, una fortaleza habitada por los zapotecas del Istmo que fueron expulsados de Monte Albán por los mixtecos.
Guiengola está ubica al sudeste de la Ciudad de Oaxaca, a 243 kilómetros por la carretera federal 190 y 16 kilómetros de la cabecera municipal de Tehuantepec. La entrada al sitio arqueológico está en una desviación cerca del paraje Las Texas.
El lugar tiene un significado histórico que ayuda a entender nuestra cultura y que se ha convertido en una mina de oro para los saqueadores, principalmente de vecinos que habitan cerca de las faldas del cerro, lo mismo que gente extraña y turistas han extraído piezas arqueológicas de los centros ceremoniales.
Durante los trabajos de restauración de sitio de Guiengola, el ciudadano Crispín Romo denunció un presunto saqueo, pues mientras trabajan fueron sustraídas diversas piezas antiguas.
El arquitecto José Carmona señala que hay piezas con incalculable valor histórico, pero quienes deben hacer algo por evitar más daños al patrimonio son las autoridades de Antropología.
Un atractivo para los visitantes y que no está lejos de la cabecera municipal de Tehuantepec es la cueva de Lieza, lugar donde se cree fue un canal de comunicación de los zapotecas para llegar a Guiengola, lo cual no se ha comprobado.
