"Las parteras son esenciales y necesarias, proporcionan una atención de calidad excepcional y son un indicador clave de bienestar social", afirmó Jennifer R. Stevens, fundadora de la organización Good Birth o Buen Nacer, con sede en Estados Unidos.
Durante el encuentro de parteras celebrado en la capital del estado, que reunió a profesionales de distintos estados de México y tres países, Jennifer R. Stevens, enfermera obstetra y partera, destacó la importancia de establecer estándares de calidad en la atención a la salud de la mujer embarazada. También subrayó la necesidad de equilibrar el conocimiento de la partería tradicional con la información basada en evidencia, para garantizar seguridad y respeto en el proceso de parto.
El propósito de este encuentro, explicó Stevens, es facilitar el intercambio de buenas prácticas preservando la sacralidad que este momento representa para diversas culturas. Good Birth se dedica a respaldar a las parteras locales comprendiendo sus necesidades y fortaleciéndolas para abordar la violencia obstétrica de manera efectiva.
Los desafíos de las parteras
"Como parteras enfrentamos desafíos similares en todo el mundo. Los problemas que las mujeres enfrentan en la salud sexual y reproductiva, así como al buscar su propia salud en este ámbito, son sorprendentemente similares y están vinculados a la violencia y a malentendidos por parte del sistema médico acerca de nuestras necesidades", resaltó.
Stevens enfatizó que, en lugar de generar discordia, la partería puede actuar como un puente entre dos mundos: el tradicional y el médico, fortaleciendo ambos en el proceso. Además, abogó por un cambio en el enfoque de la atención del parto, promoviendo su realización en casas de parto en lugar de hospitales que están diseñadas para atender a personas enfermas.
"La partera siempre ha sido parte integral de la comunidad, comprende las circunstancias de otras mujeres y puede abordarlas con igualdad, compasión y respeto. La OMS insta a capacitar al personal con habilidades básicas para atender a las mujeres, pero en lugar de recibir cuidados. y atención médica, han experimentado violencia obstétrica y abusos. Esto llevó a que muchas mujeres dejaran de buscar atención médica. En 2016, la OMS reconoció que esto solo se podría revertir mediante la formación de más parteras y alentando a las mujeres a recibir atención de nivel primario a través de una partera", explicó.
La especialista agregó que los hospitales no están diseñados para procesos de salud y fisiológicos, sino para casos de enfermedad. El contexto del COVID-19 ha resaltado la importancia de las casas de parto, permitiendo que el proceso de parto se desarrolle de manera más natural y segura que en entornos hospitalarios.
