Luego de dos años de pandemia, regresar a clases era primordial para niños y niñas de Oaxaca; ante esto, sindicatos de educación, como la Sección 22 del CNTE, solicitaron a las autoridades que todas las escuelas cuenten con las herramientas necesarias para hacer frente a los contagios de COVID-19.
Entre las herramientas necesarias destacan que las instituciones educativas tuvieran ventilación, materiales e insumos de higiene y sanitización; para eso, era necesario contar con agua potable para la limpieza de salones y espacios compartidos.
Pero para el jardín de niños “Agustín de Iturbide Aramburu”, ubicado en la agencia municipal de San Martín Mexicápam, la realidad es otra, ya que desde que volvieron a las aulas, han tenido que enfrentarse a una crisis de falta de agua.
Pagan por pipas
Teresa Escudero, una madre de familia que se encontraba a las afueras del jardín de niños, comentó que desde mayo los estudiantes regresaron a clases presenciales, en un horario de 9 a 11 de la mañana.
Dijo que desde que empezaron las clases, la escuela no tiene agua potable y en asamblea se organizaron para que entre todos los padres puedan cooperar para adquirir pipas.
“El agua es indispensable para que los niños puedan lavarse las manos después de ir al baño o realizar algunas actividades como Educación Física y hacer el aseo, por lo que se convierte en un recurso indispensable para la vida”, comentó.
La madre señala que hasta el momento desconocen el motivo por el cual no tienen agua potable, pese a que la escuela cuenta con tubería y medidor de agua.
De acuerdo a lo que les han informado, SAPAO se niega a brindar el servicio de pipas de agua por la temporada de estiaje y porque el espacio ya cuenta con tubería de conducción del líquido.
En la escuela hay más de 100 estudiantes en edades de 3 a 6 años y cada semana es necesario comprar una pipa para que tinacos, llaves y lavabos no se queden sin agua.
“Las autoridades hacen énfasis en el lavado de manos para evitar contagios de Covid y no es posible que la escuela no cuente con agua y más lamentable es que las autoridades no hagan nada al respecto”, dijo
Para solventar la necesidad del líquido, padres de familia realizan cooperaciones y así poder adquirir adquirir pipas cada semana. Pero esto representa un golpe a sus bolsillos, ya que cada pipa les cuesta 800 pesos y estiman que por todo el ciclo escolar van a remunerar hasta más de 30 mil pesos.
Paso peligroso
Además del problema del agua, los padres, estudiantes y vecinos de la Avenida Monte Albán en dicha agencia municipal, enfrentan el polvo y la tierra de unas obras de drenaje realizadas por SAPAO.
Montones de tierra fueron abandonados a un costado de la avenida, lo cual provoca que el polvo se levante cada que camiones de transporte urbano, mototaxis o autos pasen por la calle.
Además, temen que pueda causar un accidente donde se vea involucrado un niño o adulto de la tercera edad, ya que es difícil caminar entre la tierra.
“Las obras son parte de un nuevo fraccionamiento que edificaron, pero vinieron, abrieron el camino y dejaron la tierra; diariamente, las mamás y papás tienen que ver cómo pasar sin que haya un accidente; con la lluvia es peor”, asegura la madre de familia.
Los papás se muestran hartos de la situación, no descartan en algún momento tomar las calles y protestar, ya que aseguran que estas prácticas han sido comunes para que las autoridades hagan caso; lamentan que las necesidades de los niños no sean suficientes para que actúen a la brevedad.
“El agua es indispensable para que los niños puedan lavarse las manos después de ir al baño o realizar algunas actividades como Educación Física y hacer el aseo, por lo que se convierte en un recurso indispensable para la vida”.
Madre de familia
“Las autoridades hacen énfasis en el lavado de manos para evitar contagios de Covid y no es posible que la escuela no cuente con agua y más lamentable es que las autoridades no hagan nada al respecto”.
Madre de familia
