Para poder lograr algo diferente, forzosamente se debe hacer algo distinto porque el cambio es la única constante en la vida para no perder la fe, afirmó el obispo de la Prelatura Mixe de María Auxiliadora, Salvador Murguía Villalobos.
“Es decir, es lo único permanente”, asentó.
En una exhortación, el prelado sostuvo que el miedo siempre se va a sentir cuando alguien se acerca a los límites de la zona de comodidad.
“Aquí precisamente está el gran reto de todos nosotros: convertir el miedo. En este caso, el miedo que el cambio nos produce, convertirlo en amor y en oportunidad. Una actitud optimista y positiva será ingrediente principal para abrazar el cambio y darle la bienvenida a lo nuevo”, añadió.
Expuso que los cambios en la vida siempre generan miedos e incertidumbre, por lo desconocido a lo enfrentar y a lo nuevo. “Mientras transitamos por la vereda del cambio, sobre todo si este se presenta con mucho dolor, podemos perder la esperanza, el ánimo, las ilusiones, la alegría y hasta la fe”, agregó.
Murguía Villalobos, subrayó que quienes se quedan aferrados a su pasado, no avanzará y no descubrirá nuevos horizontes y nuevas posibilidades.
“La Biblia narra que la historia del hombre con Dios se inició con Abraham y lo primero que le pide Dios es dejar su tierra y sus seguridades y cambiar su estilo de vida y Abraham obedeció y se le premió abundantemente”, finalizó.
