El entusiasmo por aprovechar ofertas del Buen Fin a meses sin interés ha llevado a que algunas personas aún arrastren deudas del año pasado, según advierte la economista Ana Luz Ramos Soto.
La combinación de ofertas de tarjetas de crédito y productos a plazos crea una situación peligrosa para aquellos que buscan ahorrar durante este evento de compras.
"Recibí comentarios la semana pasada sobre el Buen Fin, indicando que algunas personas aún estaban pagando deudas del año pasado, aprovechando las ofertas de meses sin intereses. Estaban bajando su deuda del año pasado y planeaban endeudarse nuevamente para las compras de este año. Es un endeudamiento sobre endeudamiento, aunque no se cobren intereses, quedan endeudadas”, explicó Ramos Soto.
Este fenómeno afecta principalmente a aquellos que viven en condiciones de pobreza laboral. A pesar de que la narrativa del gobierno es cambiar las políticas neoliberales, la tendencia al consumismo persiste.
La mercadotecnia y la publicidad se utilizan como herramientas para atraer a los consumidores, llevándolos a comprometerse financieramente incluso cuando la necesidad real es limitada, señaló la especialista.
Ramos Soto subrayó que las personas a menudo se endeudan con productos que no son esenciales, como electrodomésticos o dispositivos electrónicos que podrían actualizarse sin endeudarse.
La psicología del consumidor, impulsada por estrategias de marketing efectivas, juega un papel clave en estas decisiones de compra.
La economista destacó que, aunque no ha realizado un estudio específico sobre las tendencias de endeudamiento durante el Buen Fin, el comportamiento observado indica que las personas tienden a gastar en artículos no esenciales, impulsados por la publicidad y las ofertas del momento.
En este sentido hizo un llamado a aprender a planificar y ahorrar, especialmente en un contexto de inflación pues advirtió que el año 2024 podría enfrentar una inflación significativa debido a políticas redistributivas y aguinaldos, lo que generará una mayor circulación de dinero en la economía y, por ende, un aumento en los precios de los productos.
Resaltó que, diseñado para ofrecer oportunidades de ahorro, El Buen Fin puede resultar en una carga financiera adicional para aquellos que no resisten la tentación de las ofertas y terminan endeudándose aún más.
La educación financiera y la planificación se presentan como herramientas esenciales para evitar caer en ciclos de estrés financiero continuo.
