Por insectos descortezadores, plantas parásitas, insectos defoliadores y otras plagas, durante el año 2022 Oaxaca acumuló una afectación en 11 mil 119 hectáreas forestales, lo que la convirtió en la entidad con la mayor magnitud de daño en el país.
La Comisión Nacional Forestal (Conafor) reporta que durante el año pasado sumaron 58 mil 403 hectáreas de área forestal que tuvo un impacto negativo por las plagas y enfermedades, concentrándose en Oaxaca el 19% de la totalidad.
De manera específica, además de la superficie donde se presentó incidencia de insectos descortezadores, los daños que ocasionaron se dimensionan en volumen de madera que en el país alcanzó 716 mil 192 metros cúbicos, de los cuales 160 mil 892 corresponden a Oaxaca.
El Gobierno del Estado a través de la Comisión Estatal Forestal realiza trabajos de control y combate de insectos descortezadores en la comunidad de Santa María Lachixio. pic.twitter.com/6SYREHLaNY
— Comisión Estatal Forestal (@COESFO_GobOax) November 5, 2023
De las 58 mil 403 hectáreas forestales afectadas en el país, 9 mil 128 corresponden a insectos descortezadores y de éstas mil 276.1 se ubican en Oaxaca. Aunque en cuanto a número de hectáreas Hidalgo tiene la cifra más alta del país con mil 566.9 hectáreas, el volumen de metros cúbicos de madera dañada es de 34 mil 666, una quinta parte del volumen que perdió Oaxaca.
En volumen de madera afectada por insectos descortezadores, Michoacán tiene la segunda cifra más alta con 160 mil 161 metros cúbicos, pero con una superficie menor a la de Oaxaca, ya que reporta una afectación de 841.5 hectáreas.
Michoacán tiene la superficie más afectada del país, pero por 5 mil 723.2 hectáreas que resintieron el efecto de las plantas parasitas, el 18.4 por ciento de las 31 mil 104 hectáreas dañadas del país, mientras que Oaxaca se ubica en segundo lugar con 3 mil 54.9 hectáreas.
Además de que altera el crecimiento de los árboles, junto con la frecuencia e intensidad de los incendios, el cambio climático podría incidir en el incremento de las plagas y enfermedades forestales.
Está documentado que el aumento global de las temperaturas afecta a la densidad de las poblaciones de las plagas, su distribución geográfica y al período de tiempo en que pueden estar activas, por lo cual se prevén incrementos en las afectaciones por problemas de salud forestal en las áreas forestales.
