Recientemente, la Banda Femenil Regional Mujeres del Viento Florido se presentaron en el Festival del Huaso de Olmué, en Chile, junto con la cantante originaria de ese país, Mon Laferte; no obstante, esta es sólo una de las múltiples presentaciones que han hecho alrededor del mundo.
Leticia Gallardo Martínez, directora de la banda, comparte que a pesar de los obstáculos que han tenido por ser mujeres de comunidades indígenas, el hacer este tipo de presentaciones es una forma de decir: “las mujeres también podemos hacer música”.
Relata que fue en los años 90 cuando las mujeres comenzaron a integrarse a las bandas de sus comunidades, pero en 2009 nació esta agrupación conformada por más de 20 mujeres, entre estudiantes de bachillerato, madres de familia y trabajadoras, que se toman un tiempo para que a través de la música expresen sus sentimientos, pensamientos y libertad de hacer lo que les gusta.
La directora comparte que la banda está integrada por mujeres del municipio de Santa María Tlahuitoltepec y de otras regiones del estado, destacando las Sierras Mixe, Juárez y Zapotecas, ya que es donde las bandas filarmónicas son comunes.
Hacer música, el gran logro
La directora afirma que el mayor logro que han tenido como agrupación es el estar haciendo música, pues se han abierto espacios desde las comunidades, hasta teatros, en otros estados del país y a nivel internacional como Chile, Estados Unidos o Países Bajos.
En el caso de Oaxaca, han estado en los teatros Alcalá, Juárez, en los conciertos Bajo el Laurel, en el zócalo y demás municipios como Tlacolula de Matamoros y Mitla.
Leticia comparte que han tenido muchos retos, principalmente el visibilizarse como mujeres, que es lo mismo que ocurre en cualquier profesión u oficio, que a pesar de que siempre ha habido mujeres desempeñando ciertos trabajos como en la música, son poco conocidas.
“Al tocar, se visibiliza el trabajo y así nosotras decimos: ‘aquí estamos, también queremos hacer música’; así hacemos presente que también nosotras podemos y que mañana haya más bandas de música y en todo, pero con más mujeres”, subraya.
Un espacio de confianza
La directora de la banda regional subraya que la agrupación es un lugar de confianza, seguridad y de hacer arte para todas las mujeres que la integran, pues ellas totalmente ven un panorama de posibilidades a través de las presentaciones, con lo que van cambiando la historia.
Sin embargo, lamenta que muchas veces, debido a la edad han tenido obstáculos, pero lo resuelven trabajando en equipo y buscan la forma de acompañarse para que el proyecto continúe caminando.
El haber colaborado con varias artistas y que nunca falten piezas como el Dios Nunca Muere, Flor de Piña y otras opciones de música profesional, hace que las integrantes de este grupo se empoderen y se sientan orgullosas de ser mujeres y sus orígenes.
Otros obstáculos que han vivido es que algunas personas aún no creen en la agrupación o en darle espacios; no obstante, han sido más lo que sí les han dado la oportunidad y todas esas experiencias les ha servido de referencia para seguir avanzando, valorar y revisar lo que están haciendo bien.
“Nos ha servido para pensar que debemos ir con más precaución y calma, pues como mujeres cuesta tener respaldo total, pero agradecemos a las comunidades que nos dieron las primeras presentaciones y confiaron en nosotras”, recuerda.
Entre los objetivos que tienen a futuro como banda está el seguir abriéndose espacios, continuar llevando música a las comunidades y escenarios donde se presenten o tengan posibilidad de estar.
Además de crecer, acompañarse y motivar más mujeres que les guste el arte, a quienes invita a que se animen a hacerlo.
- 2009, año en el que nace la Banda Femenil Regional Mujeres del Viento Florido
- 1990, década cuando comienzan a integrarse las mujeres a las bandas filarmónicas
Para saber
- Más de 20 mujeres integran la Banda Femenil Regional
- Chile, Estados Unidos o Países Bajos, son algunos lugares que han visitado a nivel internacional
