La 65 Legislatura del estado declaró la Noche de Rábanos, festividad tradicional de Oaxaca de Juárez, Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca.
#Ayotzinapa y protestas, presentes en Noche de Rábanos #Oaxaca
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El diputado Sesul Bolaños López, al agradecer el apoyo de sus compañeros legisladores para aprobar la iniciativa, señaló que la Noche de Rábanos es una de las tradiciones del estado que data de 1897, cuando se realizó la primera expresión con los hortelanos oaxaqueños.
“La verdad que es tarea indispensable de nosotros como oaxaqueños cuidar y preservar las tradiciones, la cultura y, sobre todo, lo que representa a nuestro estado. Yo, a nombre de la Comisión Permanente de Culturas, Artes, Juventud, Cultura Física y Deporte, les quiero dar las gracias, por poder otorgar a la Ciudad de Oaxaca está declaratoria donde podemos reconocer el trabajo de las y los hortelanos”.
¡Estamos a solo horas de la #NocheDeRábanos! Hortaleros ya se encuentran preparando sus stands y creaciones artísticas para recibir a oaxaqueños y turístas en el Zócalo de la Ciudad de #Oaxaca. ¡Vuelve la Noche de Rábanos! ¡Vuelve la tradición navideña más oaxaqueña de todas! pic.twitter.com/gUZnzo12X7
— Noticias Oaxaca NVI (@nvinoticiasoax) December 23, 2022
De acuerdo al dictamen, todas las crónicas se unen, incluyendo la tradición oral, para afirmar que el origen único de nuestra tradición oaxaqueña de la Noche de Rábanos es el Mercado de Vigilia de Navidad.
Agrega que se tiene registro que la primera exposición de este tipo se realizó en 1897, bajo el mandato del entonces presidente municipal don Francisco Vasconcelos Flores. Es así como, desde el siglo XIX, año con año se celebra la tradicional Noche de Rábanos.
#SóloEnOaxaca ¡Vive la Noche de Rábanos en Oaxaca! pic.twitter.com/UPXuTlqH7W
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Destaca que el evento constituyó un éxito, teniendo como escenario el adoquinado del jardín central de la Ciudad de Oaxaca y el palacio de gobierno, como asienta en sus memorias el señor Vasconcelos. Con este certamen del 23 de diciembre de 1897, se inicia una tradición hermosa, que no ha dejado de florecer año con año en el Zócalo oaxaqueño.
