En un mundo donde el acceso a la pornografía en línea es tan sencillo como hacer clic, la preocupación por cómo esta exposición afecta a niñas, niños y adolescentes ha ido en aumento. Aquella inquietud llevó a Marcos Mejía Pérez, al Senado de la República en donde hizo un llamado a combatir este delito desde los foros "Infancias Activas enfrentan a la pornografía" y "Diálogos intergeneracionales sobre la pornografía, niñez e internet".
Marcos Mejía es integrante del Comité de Niñas, Niños y Adolescentes por sus Derechos (CONNAD) e integrante del Centro Calpulli. Es un defensor apasionado del bienestar de su generación. Durante su presentación, compartió datos impactantes sobre el consumo de material pornográfico en México. Por ejemplo, el 81.6% de los varones y el 40.4% del género femenino se ven involucrados en la visualización de contenido sexual en línea, y la edad promedio para este primer encuentro con la pornografía es de tan solo ocho años.
Estar en el Senado fue para Marcos una experiencia enriquecedora pues sólo conocía el lugar a través de la televisión.
“Me sentí muy emocionado. Me gustaría entrar a la política para cambiar leyes y que niñas, niños y adolescentes puedan tener un ambiente más sano para vivir”, expuso.
No es de extrañar que estas estadísticas preocupantes tengan un impacto significativo en la sociedad, ya que se ha observado que la exposición a la pornografía puede generar actitudes violentas, especialmente de los hombres hacia las mujeres. Este fenómeno también se traduce en comportamientos desinformados sobre la sexualidad, que pueden evolucionar hacia el abuso y la agresión sexual.
Las cifras no mienten: México es el mayor consumidor de material pornográfico en Latinoamérica y el sexto a nivel global. Con más de 500 millones de páginas web que alojan contenido sexual, este sector mueve alrededor de 2.500 millones de dólares al año, solo en Estados Unidos, señaló Marcos Mejía.
Entonces, ¿cómo podemos contrarrestar este impacto? Marcos Mejía Pérez y otros defensores de los derechos de la infancia propusieron como implementar mecanismos de seguridad en línea y filtros para proteger a niñas, medidas y adolescentes. También enfatizaron en la necesidad de introducir asignaturas sobre derechos sexuales y reproductivos en el sistema educativo y capacitar a los maestros en educación sexual libre de tabús.
