El sacerdote neerlandés Frans Van der Hoff Boersma, uno de los fundadores de la Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo (UCIRI) y pionero del Comercio Justo, falleció anoche a los 84 años de edad en su casa localizada en la comunidad zapoteca de Barranca Colorada, Asunción Ixtaltepec.
En una comunicación, la organización dio a conocer la lamentable noticia por la partida de su fundador, socio, asesor, amigo y presbítero, quien dedicó su vida a las luchas campesinas e indígenas en el Istmo de Tehuantepec.
El sacerdote, conocido también como Francisco, nacido el 13 de julio de 1939, nació como el séptimo de diecisiete hijos de una disciplinada familia de agricultores, van der Hoff-Boersma, que se había mudado de Frisia al pueblo de De Rips en el sur de los Países Bajos.
Se volvió políticamente activo desde el principio en los movimientos estudiantiles durante sus estudios en la Universidad Radboud de Nijmegen. Posteriormente recibió un doctorado en economía política y otro en teología mientras estudiaba en Alemania.
En 1970, van der Hoff se mudó a Santiago de Chile para trabajar en los barrios como sacerdote. Durante el golpe de Estado de Augusto Pinochet en 1973, se mudó a México para continuar su trabajo en barrios marginales de la Ciudad de México.
En 1980, se mudó al Istmo de Tehuantepec donde fue recibido por el entonces obispo Arturo Lona Reyes. Fue así que un año después participó en la fundación de la UCIRI, una cooperativa de productores de café creada para evitar a los acaparadores o coyotes.
Posteriormente, en colaboración Nicolaas Josephus María Roozen “Nico”, un economista también neerlandés, y la Agencia Ecuménica de Desarrollo Solidaridad, lanzó en 1988 la primera iniciativa de certificación o etiqueta Fairtrade, llamada Max Havelaar.
Esta estrategia ofreció a los productores de café desfavorecidos que seguían diversos estándares sociales y ambientales un precio justo por su cosecha, significativamente superior al precio de mercado.
De esta manera, el café de la UCIRI fue importado por la empresa neerlandesa Van Weely, tostado por Neuteboom y después comercializado directamente en tiendas y minoristas de todo el mundo en los Países Bajos.
En 2006, las ventas certificadas Fairtrade ascendieron a aproximadamente mil 600 millones de euros en todo el mundo.
Posteriormente, más de 569 organizaciones de productores, que representan aproximadamente a más de un millón 500 mil productores, en 58 países en desarrollo obtuvieron la certificación Fairtrade.
El aporte de Van der Hoff Boersma en el desarrollo del Comercio Justo y del Sistema Fairtrade, ha sido reconocido en diferentes países, porque ha impactado millones de vidas en América Latina, el Caribe y el mundo.
El sacerdote obtuvo el Premio Norte-Sur 2006 del Consejo de Europa. También fue nombrado Comendador de la Orden de la Corona de Bélgica y recibió un doctorado Honoris Causa de la Universidad Católica de Lovaina en Bélgica por sus esfuerzos por establecer una Economía Diferente.
Además, recibió el Premio Groeneveld de la Fundación Groeneveld en los Países Bajos por sus esfuerzos especiales para la preservación del medio ambiente.
En agosto del año pasado, el gobernador Salomón Jara Cruz entregó al presbítero el Premio Estatal y Nacional de Promoción de Agricultura Orgánica y Comercio Justo.
El presbítero, doctor en Economía Política y Teología, así como autor de seis libros, hablaba el inglés, alemán, holandés, francés, español y zapoteco.
Su muerte fue lamentada por la Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños Productores y Trabajadores de Comercio Justo (CLAC), la Coordinadora Mexicana de Pequeños Productores de Comercio Justo y las Organizaciones de Comercio Justo, la Coordinadora Estatal de Productores de Café del Estado de Oaxaca y la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC).
Además, por la Coordinadora Guatemalteca de Pequeños Productores de Comercio Justo, el Instituto de Estudios para el Desarrollo Rural Maya y el gobernador Salomón Jara Cruz.
