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"México, donde el periodismo ha sido maltratado": Roberto Herrscher

Roberto Herrscher
Foto(s): Emilio Morales Pacheco
Nadia Altamirano Díaz

Los libros que el periodista argentino Roberto Herrscher ha leído superan en mucho los escasos viajes de trabajo que ha hecho a México, pero las letras de Elena Poniatowska, Juan Villoro o Marcela Turati lo hacen sentir cercano a una realidad que le evita ser un turista más que conoce por primera vez Oaxaca, justo en el mes de mayor afluencia por la coincidencia de las vacaciones escolares de verano con la fiesta de la Guelaguetza:

 

“Aquí hay como mucha muerte y hay mucha vida también. Hay mucha tragedia y al mismo tiempo mucho amor. Me fascina esta cultura”

Reconoce sobre México el director del Premio Periodismo de Excelencia, quien llegó el jueves a Oaxaca para participar este sábado en el Diplomado Latinoamericano en Periodismo Multimedia que impulsa su colega oaxaqueña Rocío Flores.

Para Roberto Herrscher ser un profesor de periodismo hace que el viernes sea un día laboral, pero durmió en el Centro de las Artes de San Agustín -fundado por el maestro Francisco Toledo en una ex fabrica de hilados y tejidos del Siglo XIX-,  en medio de un entorno natural que hace más relajada su manera de percibir el mundo.

Su llegada a Oaxaca implicó disfrutar de gastronomía, calles, de exposiciones fotográficas y el arte que plagan lo mismo museos que bibliotecas, convirtiendo a la ciudad en “una aventura” para “alguien que viene de fuera”.

La mañana avanza y Roberto no tiene impedimento en dejarse ser frente a una cámara, sabe que una entrevista está incompleta sin las fotografías que la ilustren; camina entre las piezas de la exposición “De la tierra somos. Tradición y exploraciones de barro”, montada en el Centro de las Artes de San Agustín desde mayo pasado para mostrar una diversidad que alimenta la alfarería.

Frente a la exposición, que lo mismo incluye herramientas de trabajo, que la materia prima o piezas de barro y plantas con propiedades medicinales, los ojos grises de Roberto Herrscher obtienen el brillo infantil de la curiosidad y el asombro, pero también la capacidad de reflexión y la interpretación.

Para responder las preguntas en torno a un oficio periodístico que sólo concibe a lado de herramientas narrativas, prefiere el aire libre, pero debajo de la sombra de los árboles que le permiten a sus ojos claros regular mejor su sensibilidad a la luz solar, una de las razones por las que carga una gorra consigo que rompe con su estilo casual de vestir.

 

Lo viral

 

Si aceptó viajar de Chile a Oaxaca no fue para “pegar un discurso” a periodistas en activo que decidieron destinar tiempo para seguirse formando, sino para “hablar y compartir” de un oficio en tiempos en que los medios enfrentan una crisis de financiamiento porque “la publicidad se fue”, puesto que con el auge del internet la gente no paga por leer las noticias o poner un aviso, menos en tiempos donde lo “viral” parece dominarlo todo.

“De lo viral el impacto de lo sorprendente es lo superficial, hay una mezcla de cosas nuevas, pero efímeras y lo que buscan normalmente las redes sociales es direccionarte hacia ti mensajes parecidos a los que según es tu perfil y lo que tú piensas, entonces es difícil encontrar algo distinto, que te desafíe, te haga pensar o te explique algo que no entendías”, analiza con la pasión de un buen conversador. 

Otro “serio problema” son las mentiras, noticias falsas y el mundo puntual “del dato, de lo chiquitito” que permite enterarse de los hechos sin entender “las causas, las consecuencias” y mucho menos “ponerse en el lugar del otro”.

Superar la guerra

 

Ha sido su experiencia no elegida en la guerra de las Malvinas, la cual en 1982 enfrentó a Argentina con Reino Unido, lo que a Roberto Herrscher le ha permitido escribir libros como Los viajes del Penélope en 2007 bajo la editorial Tusquets, pero también adentrarse por primera vez en el mundo de los podcasts o acercarse al dolor de familiares de desaparecidos.

“Yo siento que haber pasado por mi guerra y no quedarme como muchos de mis compañeros como el héroe o la víctima, sino que eso me lleve a entender mejor a los demás, a ver que los conflictos de los otros no como si el mío fuera más que el tuyo, me ha hecho mejor de lo que sería”

Dice sin sentir felicidad por haber estado en un conflicto armado que duró diez semanas, sino por haberlo resignificado, aprendiendo a acercarse mejor a la gente para comunicarse y contar mejor una historia.

El mediodía se acerca. No hay reloj en su muñeca ni celular en mano que le permita a Roberto saber la hora, pero las campanadas del templo de Vista Hermosa lo hacen saber. Una misa en honor a un hombre que falleció hace 40 días en esta agencia del municipio de San Agustín Etla lo hacen saber. 

Habla con la pasión de un buen contador de historias que no parece conocer los enojos y sin cejas coloridas que le ayudarían a poner una cara de malo que casi no necesita usar. Roberto se refleja en un estanque de agua que es característico del Centro de las Artes de San Agustín y apura el paso para irse a la ciudad de Oaxaca, quiere escuchar la sesión con la que este viernes por la tarde le antecede su colega Ella Grajeda.

En México, percibe, "hay gente que tiene tantas historias que contar, yo creo que es un lugar en donde ha sido muy maltratado el periodismo. Ha habido mucho mal periodismo, pero también ha habido grandes contadores de historias que nos enseñan a todos los que estamos en otros países".

En medio de un oficio en el que las y los periodistas se faltan el respeto a sí mismos “copiando y pegando” información de internet o la que envían las áreas de comunicación, cree que mientras la gente todavía quiera escuchar historias que lo saquen de la realidad, enseñar la forma de utilizar herramientas de la ficción para aplicar en el periodismo es una manera de rescatarlo, pero sobre todo de darle humanidad para que las y los lectores puedan entender por qué una guerra o una elección tiene que ver con ellos.


 

¿Quién es Roberto Herrscher?
 
Periodista de 61 años nacido en Argentina.
Profesor de periodismo en la Universidad Alberto Hurtado de Chile.
Dirige la colección Periodismo Activo e la Universidad de Barcelona, España.
Licenciado en Sociología por la Universidad de Buenos Aires.
Máster en Periodismo por Columbia University, Nueva York.
Posgraduado en Periodismo ambiental por el Instituto Internacional para el Periodismo en Berlín, Alemania.
Representante para América Latina de la Asociación Internacional de Estudios del Periodismo Literario.
Ha escrito: Los viajes del Penélope (Tusquets, 20027), Periodismo narrativo; El arte de escuchar (Editorial de la Universidad de Barcelona, 2015) y Crónicas bananeras (Tusquets, 2021).

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