Hace 16 años, Dana fue diagnosticada con Síndrome de Rett, una enfermedad poco común que afecta a una de cada 10 mil personas en el mundo y es más propenso en niñas, lo cual la imposibilita para hablar, caminar o comer.
Su mamá, Cristina Silva es trabajadora del hogar y cuando Dana nació, su esposo la abandonó con la responsabilidad de cuidar a dos hijos, por lo que el dinero que gana es insuficiente para alimentarlos y cubrir el tratamiento de su hija.
Comparte que Dana es alimentada por sonda con una dieta cetogénica que la ha ayudado a controlar las crisis, debido al alto grado de grasas, por lo que debe comer nueces, almendras, avellanas y utilizar aceite de oliva, productos que son costosos.
Además, la lleva a revisiones a la Ciudad de México, ya que ahí hay especialistas en la enfermedad, contrario del estado; no obstante, la madre relata que no ha conseguido juntar el dinero para el traslado.
Doña Cristina menciona que el próximo 15 de agosto debe viajar a la Ciudad de México para la revisión de su hija, pero aún no completa el costo del taxi para trasladarla, ya que debe cargar a Dana y debido a su edad, está muy pesada.
“He pedido préstamos, he entrado en tandas para tener el recurso y llevarla a sus estudios en la Ciudad de México”, admite.
Detalla que Ezequiel, su hijo, ha dejado de ir a la escuela porque a ella se le ha dificultado costear sus estudios y al mismo tiempo la enfermedad de Dana, pero sabe que tiene que buscar apoyo para que él pueda hacer su vida.
Aunque este gasto es el más pronto que debe hacer, otros que tiene es comprar tiras para el glucómetro, ya que debe de medir la glucosa diariamente, por la mañana y noche.
Doña Cristina comparte que los productos que necesitan para Dana son pañales de adultos ajustables, leche Nan etapa 3, almendras, nueces, avellanas, aceite de oliva, así como tiras reactivas para glucómetro.
