Desde que Misheyla estudiaba la Universidad Tecnológica de la Mixteca (UTM) comenzó a realizar capacitaciones en temas empresariales con emprendedores de la región de la Mixteca para trabajar de una forma ética de hacer negocio, pero fue años después cuando supo que eso se llamaba economía social solidaria.
Actualmente Misheyla Ruiz, coordinadora de Educación Cooperativa, brinda capacitaciones sobre una serie de alternativas económicas para tener un equilibrio entre el bienestar y tener recursos económicos, tanto para emprendedores oaxaqueños como de otros estados.
Señala que este tipo de actividades que realizan son conocidas como fundaciones; no obstante, es un término que no está bien empleado.
¿Qué es la economía social solidaria?
La coordinadora explica que esta es una alternativa de cómo resolver necesidades que tienen que ser alineadas en conexión con la naturaleza, “no sólo resolver necesidades monetarias y acabarse agua o dejar fértiles los suelos”.
Afirma que esta alternativa pone como objetivo principal el buen vivir, es decir una vida digna en la que se puedan resolver las necesidades como la mano vuelta, guelaguetza, monedas sociales, colectivos o el activismo.
Agrega que las cooperativas son una forma de economía social solidaria, por lo que ella, junto con otros integrantes decidieron abrir una para acompañar a emprendedores que quieran manejarse a través de este tipo de economía.
La cooperativa
Desde hace seis años, Misheyla acompaña a cooperativas solidarias, facilita la organización, sostenibilidad financiera, además de que ayuda a conseguir rentabilidad económica.
“Desde la universidad trabajé en capacitaciones en temas empresariales con grupos de personas que empezaban a emprender como productores de hortalizas, mujeres artesanas o las juventudes que estaban arrancando y nos dimos cuenta que había una forma ética de hacer negocio, no sólo importa el lucro de generar empresas por dinero, sino equilibrio con el bienestar”, recuerda.
Desde hace un par de años, Misheyla y su equipo se dedican al cien por ciento a ayudar a la formación y acompañamiento de emprendedores a través de diplomados y talleres para que tengan un modelo de negocios, fortalezcan sus ideas, por lo que en estos seis años han acompañado y asesorado a más de mil emprendimientos no sólo del estado sino de Chiapas, Quintana Roo,San Luis Potosí, Puebla y Mixteca poblana.
La coordinadora resalta que las cooperativas tienen potencialidad de los sectores, además de que democratiza el acceso, hace más baratos servicios, pues en su caso, ha asesorado a varias empresas que compran los mismos productos, por lo que entre todos compran con un mismo proveedor y así disminuyen inversiones.
Asegura que la pandemia por la COVID-19 ha hecho más visibles las cooperativas de cuidado y fomentando un modelo cultural que invita a preguntar ¿a quiénes están comprando?, ¿qué se está consumiendo?, el origen de los productos o servicios.
Una necesidad
Misheyla Ruiz asegura que las cooperativas son necesarias para todo tipo de empresas, pues se ha observado que contrario a una empresa tradicional, en las cooperativas todas las personas son socias y le ponen el mismo empeño al trabajo.
Además de que la calidad de trabajo es superior, pues existe más compromiso y no hay incertidumbre de posibles despidos o disminuciones de sueldos.
“Si necesitamos reducir los sueldos, es para todos para que pueda salir adelante el proyecto o trabajar todos juntos para sacar adelante algo que nos mueve a todos”, subraya.
6 años ayudando a emprendedores
2 años dedicándose al 100% por ciento a este proyecto
