Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, foco rojo por casos de linchamiento | NVI Noticias Pasar al contenido principal
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Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, foco rojo por casos de linchamiento

Foto(s): Cortesía
Luis Ángel Márquez

Gerardo Valdivieso Parada / Noticias, Voz e Imagen del Istmo

 

JUCHITÁN, Oaxaca.- “Aún persisten esos traumas en mi mente”, dijo el ex edil de San Francisco del Mar, Leonel Gómez, al comentar sobre el intento de linchamiento de seis personas que pobladores de Chahuites confundieron con "robachicos", la semana pasada.

Una situación parecida tuvo que enfrentar el ex edil en diciembre del año 2016 hacia el final de su administración, cuando habitantes de la agencia Santa Rita persiguieron a tres personas que iban a bordo de una camioneta blanca que, presuntamente, había tratado de secuestrar a una adolescente de 15 años.

La policía municipal logró capturar al chofer a la entrada del poblado de Pueblo Viejo, lo llevaron a la cabecera municipal y lo encarcelaron en las celdas del palacio municipal, mientras el entonces munícipe trataba de confirmar la información sobre el detenido comunicándose con la empresa farmacéutica para la que el hombre señalado trabajaba.

Las autoridades municipales trataron de calmar los ánimos mientras los pobladores de las agencias y la cabecera municipal se reunían frente a la plaza, citando a la adolescente para carearse con el repartidor de medicamentos y padre de tres hijos; ésta acusó al detenido de molestarla.

Autoridad rebasada

A diferencia de las seis personas que fueron rescatadas por los cuerpos policiacos en el momento en que eran golpeadas por la turba, luego de sustraerlos de la cárcel municipal de Chahuites, en el caso del detenido en San Francisco del Mar no pudo ser rescatado, ya que las fuerzas policiacas no pudieron llegar a tiempo para auxiliar a la policía municipal que fue rebasada por la población enardecida.

Dos factores incidieron para evitar el ajusticiamiento sumario del repartidor: uno, por la falta de comunicación: hasta hoy es difícil hacer una llamada telefónica a San Francisco del Mar y sus agencias; y el ser un pueblo huave marginado que para llegar a él hay que hacer un rodeo y atravesar tres poblaciones zapotecas.

Coincidencias 

Las similitudes en ambos incidentes son que los acusados eran de origen chiapaneco y viajaban en camioneta blanca, una unidad que en mensajes de WhatsApp estaba ampliamente difundida como el vehículo utilizado por una banda de secuestradores y tratantes de órganos humanos.

Violencia y odio

Leonel Gómez recordó su impotencia tras no poder hacer entrar en razón a sus conciudadanos, la mayoría de ellos conocidos suyos, apacibles ciudadanos que saludaba continuamente y no mostraban rasgos de violencia, pero que entrados en la turba estaban enardecidos y cuyas expresiones de odio todavía están sellados en su memoria.

“Los rostros de personas comunes convertidas al odio y alejadas de la razón, del sentido común. Más aun, cuando hasta hay un sentimiento de heroísmo ante un acto desquiciado”.

Los huaves de ese municipio, luego de arrancar de la cárcel al repartidor, procedieron a molerlo a golpes en la explanada municipal ante la vista de cientos de personas, y ya casi sin vida cargaron con su cuerpo inerte para colgarlo a la entrada de las celdas del Ayuntamiento.

Salina Cruz

Seis años antes de lo sucedido en la zona huave, el 18 de febrero del 201o, un presunto delincuente de apenas 16 años, fue ajusticiado por enardecidos taxistas en el puerto de Salina Cruz. El joven fue acusado de cometer asaltos contra los trabajadores del volante y el día de su ejecución se le señaló por supuestamente apuñalar a uno de los taxistas. 

El masculino fue tundido a golpes y posteriormente su cuerpo fue incendiado sobre el entronque de la carretera Costera con la Transístmica en el puerto oaxaqueño, frente a una treintena de policías estatales y municipales que nada pudieron hacer para rescatarlo de la turba. 

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