Imagina una sociedad en donde la inclusión no fuera una necesidad sino una regla, en donde todos los entornos fueran ideales para las personas con capacidades diferentes. Para la comunidad sorda, vivir en un país como México suele ser un desafío.
Pese a que la entidad cuenta con pocos lugares adaptados para cubrir sus necesidades, la comunidad sorda ha logrado desarrollar habilidades para coexistir y subsistir en un entorno construido por oyentes.
Vivir con sordera en Oaxaca
Erick Alejandro Blas Alonso es un hombre que se dedica a la carpintería en Oaxaca de Juárez, y es sordo de nacimiento. Pero además de este oficio, se dedica a dar clases en lengua de señas en el DIF.
“La gente oyente muchas veces cree que no los voy a entender, yo no siento ninguna dificultad para desenvolverme rápido. Tenemos instituciones en Oaxaca para personas sordas, pero nos gustaría tener más apoyo por parte de los demás, sobre todo cuando se trata de empleos”.
En entrevista para NOTICIAS y con su hijo como intérprete, Erick explica que en muchos lugares que ofertan trabajos como supermercados, tiendas u hoteles, no suelen contratar personas sordas, “dan largas” o simplemente no dan una respuesta: “Es difícil pensar que no se deba a la discriminación”.
Un hijo oyente
Erick también es padre de un joven de 16 años, con su mismo nombre quien es oyente, por lo que desde niño él ha ayudado tanto a su madre como a su padre, ambos de la comunidad sorda a interpretar lo necesario cuando acuden a la ciudad y necesitan una total comprensión.
“Cuando se trata de ir a hacer algún trámite como sacar una tarjeta departamental, pues yo los apoyo, yo hago todos esos movimientos, todo eso lo he aprendido desde muy chico y para mi haber nacido en una familia de sordos es un orgullo”, expresó.
Se las ingenian para comunicarse
Al haber muy pocas personas en la entidad que entiendan y hablen la lengua de señas, Erick así como integrantes de la comunidad sorda se las ingenian para darse a entender, ya sea señalando, haciendo gestos o escribiendo.
Por ello, afirma que en una utopía habría mayor número de intérpretes, de más personas que aprendan lengua de señas y establecimientos adaptados para el buen entendimiento de la comunidad.
Resaltó que la inclusión debería ser una prioridad, la comunidad sorda busca que se les trate con los mismos derechos ya que son capaces de adaptarse, por lo que deberían permitirles trabajar por igual y ser integrados en todos los espacios.
Aunque la familia de Erick ha podido integrarse de una manera normal y con pocas dificultades, lo cierto es que en el estado de Oaxaca no hay suficientes instituciones y entornos en donde la comunidad sorda pueda coexistir con las personas oyentes.
La carencia de intérpretes en la entidad
David Ramírez Jímenez, intérprete de Lengua de Señas Mexicana (LSM) en Oaxaca, quien también se dedica a la educación especial y psicología, afirma que lo más importante para este sector es la identidad y su patrimonio, o sea, la forma en cómo se comunican.
Una realidad en Oaxaca es que aún existe mucha desinformación en las personas oyentes hacia las personas sordas, lo que lleva a muchos a crear prejuicios y ejercer discriminación.
“Existen muchos mitos todavía entre la población, por ejemplo, que existe una lengua de señas universal y no, todas varían dependiendo del país en donde se está o también muchos creen que no pueden conducir, cuando son muy hábiles con las manos y son muy perceptivos”.
Afirmó que es una tarea larga para Oaxaca y todo el país ya que la información adecuada no cubre todas las zonas, no llegan a las comunidades y es por eso que no se llegan a tener tantos avances.
“Ni Oaxaca, ni los 31 estados restantes estamos preparados, a pesar de las entidades donde hay mayor desarrollo, hay más instituciones y más intérpretes, no alcanzan a cubrir todas las instituciones donde se pretende que se tenga el servicio de interpretación”.
David explica que Oaxaca, siendo un estado grande con 570 municipios, tiene mayor grado de dificultad para tener suficientes espacios adaptados para las personas sordas, poniendo de ejemplo las instituciones educativas, la mayoría de maestras y maestros no dominan la LSM.
“Para poder crear un espacio digno para las personas sordas, se debe empezar por el interés y la visibilización. Merecen ser tratados con equidad, por lo que merecen tener accesibilidad a conocer bien sus derechos”.
Señaló que para las personas oyentes que quieren o están aprendiendo lengua de señas lo primero que deben de tener es respeto hacia la comunidad sorda, necesita constancia, como aprender cualquier otro idioma, pero que es un gran paso para mejorar su calidad de vida.
En México existen 690,000 personas que viven con deficiencia sensorial auditiva, es decir el 33.5% de la población vive con discapacidad auditiva, de la cual el 35.4% son hombres y 31.8%, mujeres, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y lo único que piden es inclusión.
Para la comunidad, ser sordo, sorda, no es una identidad. No se trata de sentirse inferior y de historias de superación, se trata de que existen y ya, pues ellos no perciben su vida como vivir con una “discapacidad” ni “inferioridad”.
Panorama
33.5% de la población vive con discapacidad auditiva
35.4% son hombres
31.8%, mujeres
12.1% niñas
14.4% niños
1 de cada 3 personas mayores de 65 años tienen pérdida de audición
68,469 personas sordas viven en Oaxaca
Fechas
18 de septiembre
Día Internacional de la Sordera
23 de septiembre
Día Internacional de las Lenguas de Señas
25 de septiembre
Día Estatal de las Personas Sordas en Oaxaca
28 de noviembre
Día Nacional de las Personas Sordas
