Susana R.G. era maestra de educación física. Ella falleció tras haber sido agredida físicamente por Jhovany N, con quien se casó hace tres meses.
Con su feminicidio, suman cien mujeres privadas de la vida en lo que va del 2022 en Oaxaca.
“#JusticiaParaSusana: No estaba en la calle a altas horas de la noche, ni vestía provocativa para que la ultimaran, tampoco “se lo buscó”. Susana era una mujer tímida, trabajadora, docente comprometida con su profesión y en casa fue asesinada... tenía muchos sueños y metas como todas nosotras, a ella también le arrebataron todo eso en su propia casa. ¡No fue asesinato, fue feminicidio! Porque la violencia de género no descansa ni en pandemia y no estamos seguras ni en nuestras casas”, expresaron internautas a través de redes sociales.
De acuerdo con información revelada por la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Susana era integrante de la zona escolar 029 y pertenecía al nivel de Educación Física del Sector de Cuicatlán, región de la Cañada.
Angelica Ayala Ortiz, directora general del Grupo de Estudios Sobre la Mujer Rosario Castellanos indicó que éste como los asesinatos de mujeres acumulados a lo largo de los últimos cuatro años evidencian el fracaso de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres.
“¿En dónde encontramos los elementos para decir que es un fracaso? En materia de prevención se ha hablado de la urgente necesidad de que las mujeres que viven violencia sean atendidas de manera preventiva y sin embargo nos hemos encontrado en que se revictimiza en los servicios que requeriría darle este acompañamiento, es decir cuando llegan a los ministerios públicos, a las fiscalías a todos los espacios a decir estoy viviendo violencia. En ese momento hay un vacío”, apuntó.
"No protegen la vida de las mujeres"Agregó que cuando se logra una orden de protección éstas no tienen un seguimiento de tal manera que se vuelven un papel, pero que no protegen la vida de las mujeres.
Por otro lado -abundó- las y los jueces no tienen una perspectiva de género y por lo tanto cuando se integran las carpetas de investigación y llega a los juzgados, lo más probable es que sean desechados y las personas responsables dejados en libertad.
Agregó que también existe una carencia en materia de albergues y refugios para las mujeres sus hijas e hijos.
“La violencia feminicida es la consecuencia de factores estructurales, donde el machismo y la misoginia se expresa en las relaciones de pareja, pero también está presente en las instancias de atención y de procuración de justicia, que no solo ha mostrado incapacidad para atender las violencias por razón de género, sino que las revictimiza de múltiples formas”, sostuvo.
