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Guelaguetza magisterial y popular: así se vivió la fiesta del pueblo

calenda
Foto(s): Cortesía
Octavio Vélez Ascencio

La décima sexta Guelaguetza Magisterial y Popular fascinó ayer a cientos de oaxaqueños, así como a turistas nacionales y extranjeros, con la algarabía, música, bailes, danzas y trajes multicolores de los pueblos indígenas y negro afromexicano de Oaxaca.

Al dar la bienvenida, primeramente en mixe y después en castellano, la líder del Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO) de la Sección 22 del SNTE, Yenny Aracely López Martínez ofreció sus agradecimientos a los participantes por convivir y compartir su riqueza cultural, porque esta es la “verdadera fiesta del pueblo y para el pueblo”.

Además, ante dirigentes de las secciones 7, 9, 10 y 18 del SNTE, agrupadas en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y de organizaciones gremiales y sociales, sostuvo que la festividad recuperó su originalidad porque retomó el espíritu de lucha de su surgimiento en el 2006, después de la represión ordenada por el entonces gobernador Ulises Ruiz Ortiz en contra del magisterio y el pueblo de Oaxaca en el 2006.

“Aquí rememoramos a los caídos, a los encarcelados y a los desaparecidos”, asentó.

Durante el festejo, por su música alegre y la sincronía llena de movimiento y el color de los trajes de las mujeres la danza Flor de Piña de Tuxtepec, las Chinas Oaxaqueñas, las chilenas picosas de Pochutla y Pinotepa Nacional, así como los sones y jarabes de Miahuatlán de Porfirio Díaz, con sus versos llenos de picardía política, fueron las presentaciones más aplaudidas.

Pero también, los sones de la Sierra Norte, la Danza de la Pluma, un ritual de movimientos que representan la conquista española, y los sones de Juchitán de Zaragoza, bailados con la cadencia, la gracia y el donaire de las mujeres istmeñas.

Y desde luego, el Jarabe Mixteco, que puso de pie e hizo cantar a casi todos cuando se escucharon las notas de la nostálgica Canción Mixteca.

Aunque también provocó una gran impresión la primera participación del pueblo negro afromexicano de Oaxaca con su antigua danza Los Diablos, procedente de José María Morelos, Santa María Huazolotitlán.

La danza era un ritual dedicada al Dios Negro Ruja por los antiguos esclavos, para pedir ayuda y poder liberarse de esas condiciones.

Antes de la presentación, la líder del MDTEO de la Sección 22 del SNTE, Yenny Aracely Pérez Martínez entregó un reconocimiento al profesor Israel Reyes Larrea, perteneciente a la delegación sindical D-I-346, originario de José María Morelos, por su lucha para el reconocimiento constitucional y estadístico del pueblo negro afromexicano de Oaxaca y de México.

Para cumplir con la tradición de la Guelaguetza, que en zapoteco significa ofrenda o presente, los participantes compartieron con los espectadores los productos característicos de sus comunidades, entre fruta, dulces, tortillas, pan, tamales, café, mezcal, aguardiente, tepache y demás.

En la conclusión, la dirigente del MDTEO subrayó que la emotiva festividad mostró una vez más la entusiasta participación del magisterio y del pueblo oaxaqueño.

“Esta Guelaguetza es del pueblo y para el pueblo”, asentó.

 

“Aquí rememoramos a los caídos, a los encarcelados y a los desaparecidos”.

Yenny Aracely López Martínez, Líder de la Sección 22

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