Citlalli López Velázquez
Con la colocación del árbol de la esperanza, familiares de personas desaparecidas mantienen activa la exigencia de búsqueda y el regreso a casa de sus seres queridos.
Bajo un framboyán ubicado frente al templo de Santo Domingo, colocaron listones y fotografías con los rostros de cada una de las personas ausentes a manera de involucrar a la ciudadanía en la localización y recordar a las autoridades que tienen trabajo pendiente.
Ésta es la segunda ocasión que intervienen en el “árbol de la esperanza”.
Ahí colocaron las fotografías de Ángela Sánchez Cruz, Jaziel Vladimir Florian Pablo, Reyes Yosimar García Cruz, Nestor Daniel Vargas Díaz, Federico Cruz Morales, Luis Alberto Hernández López, Juventino Cruz Cruz, Zayra Leticia Morales Loyola, José Díaz Fabián y Álvaro Bernardo Reyes Cruz.
Este viernes, realizaron un ritual de luz para que las personas desaparecidas encuentren el camino de regreso a casa.
Las veladoras se colocaron en la explanada de la Catedral a las 16:00 horas
Martha Pablo Cruz, coordinadora general de Sabuesas Guerreras en Oaxaca indicó que hay cientos de personas de todas las edades que fueron desaparecidas en la entidad, algunas llevan más de cinco años sin ser ubicadas.
En lo que respecta a la agrupación que coordina en la entidad, son 10 personas a las que han buscado a través de labores de rastreo y acciones públicas que buscan atraer el reflector hacia esta problemática que ha fracturado a miles de familias en el país.
En Oaxaca, ya sea por desconocimiento o por temor, muchas de las víctimas no se atreven a presentar sus denuncias.
En aquellos casos en donde lo han hecho se enfrentan a la revictimización y desatención del funcionariado público quienes con sus preguntas buscan orientar la responsabilizar a la víctima de su desaparición.
Martha Pablo Cruz, quien es fundadora en Oaxaca de la colectiva y es madre de Jaziel Vladimir Florian Pablo, indicó que, desde su conformación hasta el momento, 10 familias que buscan a un hijo, hermano, esposo, madre o hija, se aglutinaron en Guerreras Oaxaca y desafortunadamente cada día son más.
Martha Pablo inició este colectivo tras la desaparición de su hijo el 22 de mayo de 2019 en Guerrero.
Han pasado dos años tres meses y la Fiscalía sólo ha informado que tiene pistas y que sigue investigando.
