Nadia Altamirano Díaz
El inicio de las clases semi presenciales evidenció el rezago que en proceso de aprendizaje acumularon estudiantes de educación básica, principalmente de educación preescolar y primer grado de primaria.
Falta de apoyo de los padres, de la tecnología y aunado a la pobreza económica o no tener clases continúas acrecentó las deficiencias académicas de niños de primaria, son los factores que la profesora Citlali Abigail Méndez Altamirano identifica que se combinaron en esta ausencia de las clases presenciales.
En 2019, por su proyecto "Aprender investigando: Una metodología para construir conocimientos comunitarios y escolares en primaria” ella ganó el Premio ILCE a las practicas docentes innovadoras en Iberoamérica y el Caribe, en la categoría 3.
El proyecto lo realizó como maestra de sexto grado en la escuela primaria de Santa María Yacochi, pero ahora es asistente técnico pedagógico de la Zona 027 con cabecera en San Pedro y San Pablo Ayutla, y ha observado que la pandemia evidenció la urgencia de que el alumnado aprenda a indagar y ser autónomo.
Más que aprender las reglas y los conceptos, lo que la maestra Citlali Abigail identifica como urgente enseñar con las clases semi presenciales es aprender a hacer y cómo lo aprenden.
“El reto de volver a clases presenciales es implementar estrategias que sí son funcionales para las niñas y los niños, enseñar habilidades metacognitivas para que aprendan cómo fue que aprendieron a hacer algo para que logren tener más habilidades comunicativas, para utilizar lo que leen y lo que escriben en su vida diaria”, expresó en entrevista.
Expuso que con las escuelas cerradas “nos dimos de topes porque tenían dificultades para aprender solos” porque en comunidades rurales tanto hombres como mujeres se van a trabajar al campo o están en su negocio todo el día.
“Sólo al volver a casa -expone- les preguntan si hicieron la tarea, pero no tienen la facilidad para ayudarles”, por lo que el proyecto que le hizo merecedora de un premio debe implementarse en la enseñanza virtual o presencial.
“Que cada alumno o alumna construya un aprendizaje autónomo, sin tener al docente diciendo qué hacer; la pandemia evidenció la necesidad de tener una capacidad propia de investigar, pero no les enseñamos a indagar ni le damos herramientas para hacerlo”, lamentó finalmente.
